Girona.- El Girona y el Estado de Montilivi cerraron este viernes La Liga EA Sports con un incontestable 7-0 al Granada que puso el broche de oro a una temporada histórica e inolvidable para el equipo de Míchel Sánchez, con un ‘hat-trick’ de Artem Dovbyk para situarse como líder de los artilleros con un gol más que Alexander Sorloth, a la espera del encuentro de este sábado del Villarreal en Pamplona.
Viktor Tsygankov, con un doblete, Portu y Cristhian Stuani marcaron los otros cuatro goles de un duelo que dejó la 25ª victoria del Girona, tercero, y la 25ª derrota del Granada, decimonoveno. El curso que viene los catalanes se estrenarán en la Liga de Campeones, en su quinto año en Primera División, y los andaluces volverán a jugar en Segunda.
La noche acabó con concierto de Sopa de Cabra, parlamentos y fuegos artificiales y el domingo habrá otra fiesta, con rúa y más conciertos y más parlamentos. El conjunto rojiblanco entró por la puerta grande en el selecto club de equipos que han llegado a los 80 puntos, junto al Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid y el Valencia, aunque el equipo ché lo logró en un curso de 42 jornadas.
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La superioridad local fue absoluta e inapelable desde el primer minuto de la primera parte, con porcentajes de posesión que superaron el 75%. Antes de los cinco minutos Portu, novedad en el once porque Sávio Moreira llegó este mismo viernes de un viaje a Brasil para obtener el visado para jugar la Copa América en Estados Unidos, no llegó por centímetros a un gran pase de Miguel Gutiérrez.
Ante un Granada totalmente dominado, arrinconado en su mitad de campo, si no en su área, el Girona rozó el gol por mediación de Yangel Herrera, Aleix García y Tsygankov. En la primera media hora se le resistió, pero cuando encontró la puntería castigó sin piedad al conjunto andaluz para alegría y disfrute de Montilivi. El estadio, rendido a sus hombres, empezó a hacer la ola en el minuto 23.
En el minuto 30 cayó el 1-0, en una jugada ensayada a la salida de un saque de esquina: Viktor Tsygankov puso el balón al área y Èric embocó el balón de cabeza tras zafarse de su par. Montilivi celebró el quinto gol del futbolista cedido por el Barça con un cántico recurrente en las últimas semanas: ‘Èric, quédate’.
Tres minutos después llegó el segundo gol de la noche, fruto de la enésima gran jugada colectiva rojiblanca del curso. Miguel habilitó a Tsygankov y el ucraniano batió al meta de primeras.
Del Granada había pocas noticias. Solo un tiro lejano y un intento fallido de chilena de Faitout Maouassa y un remate desviado en el área pequeña de Lucas Boyé a pase de Sergio Rodelas.
Y antes del descanso Montilivi gritó el gol más esperado, el de Dovbyk, inmerso en la pelea por el liderato de los artilleros. Se situó a un gol de los 23 de Alexander Sorloth con un penalti: Marc Martínez acertó la dirección del tiro del ‘9’, pero no pudo desviarlo por su fuerza. El penalti, claro, por derribo, fue de Ricard Sánchez sobre Portu. Iván Martín le había dejado solo con un gran balón entre líneas desde su campo.
Ayudar a Dovbyk en su lucha por ser el máximo goleador de la liga, con el triunfo sellado, era el gran objetivo del Girona. En el añadido del primer tiempo Portu no logró habilitarle con un pase de la muerte y en el inicio de la segunda mitad el árbitro anuló su segundo gol por fuera de juego. En el 50 Míchel dio entrada a Yan Couto, Pablo Torre y Sávio para acabar de inclinar el campo y en el 54 Sávio habilitó a Tsygankov para que marcara el 4-0.
El ucraniano se marchó entre aplausos justo después, sustituido por Cristhian Stuani en una fiesta con el Granada como comparsa: había comenzado el segundo acto mejor y había acariciado el gol con un par de tiros de Boyé, pero apenas podía defenderse. Del Girona y de Dovbyk. El ‘9’ seguía persiguiendo el gol y a la hora de juego los visitantes perdieron a Facundo Pellistri por doble amarilla.
Parecía inevitable que Dovbyk marcara de nuevo y lo hizo, en el minuto 75, a pase de Stuani y para igualar a Sorloth. Quería superarlo y Sávio corrió a recoger la pelota para dejarla en el círculo central. Acto seguido el ariete ucraniano le devolvió el favor a Stuani para que el uruguayo cantara gol. Y llegó el 7-0 y llegó el ‘hat-trick’ de Dovbyk, de penalti cometido sobre Sávio y en el minuto 90. Fue el epílogo de una temporada histórica y sensacional que Montilivi no olvidará jamás.