Santo Domingo.- A pesar de que algunos funcionarios han sido destituidos por acciones o denuncias sobre corrupción, el gobierno del presidente Luis Abinader también se ha caracterizado por la “pulcritud” con la que se rigen muchos directores y ministros, entre otros.
Ciertamente, se pensaría que con los escándalos la gente ha dejado de admirar a ciertos políticos, pero no es así.
Aunque la lista se reduce a unos pocos, ciudadanos consultados por De Último Minuto valoraron de manera positiva el trabajo realizado por algunos ministros a lo largo de este año 2021.
Te puede interesar: Alburquerque, ¿perremeísta o adversario?
En ese sentido, Eduardo Sanz Lovatón (Yayo), director general de Aduanas, encabeza la lista de los funcionarios con mayor aceptación por la población dominicana.
Residentes del Gran Santo Domingo consideran que éste se ha visto en una posición difícil dirigiendo esa entidad debido a la pandemia de la Covid 19.
El segundo mejor valorado del “Gobierno del Cambio” fue Felipe Antonio Suberví (Fellito), director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).
Seguido del ministro de Turismo, David Collado.
“Está haciendo un buen trabajo donde quiera que lo han puesto”, manifestó Domingo Reyes, un transeúnte de la calle Abraham Lincoln, al referirse al exalcalde del Distrito Nacional.
Además, civiles sostienen que Collado ha tenido una tarea ardua para lograr que el turismo crezca en el país. “En tremenda pandemia ha hecho buen trabajo, y ha logrado el propósito de dinamizar la economía a través del turismo”, resaltó el señor Wilson López.
Más funcionarios
Otros que fueron vistos de manera positiva son el director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud (SNS), Mario Lama Olivero; la procuradora General de la República, Miriam Germán; Neney Cabrera, titular de la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (propeepgob); Gloria Reyes de PROSOLI, y el ministro de Industria y Comercio, Ito Bisonó.
Nos obstante, otras personas encuestadas desconocen quienes dirigen el “tren gubernamental”, y algunos alegan que todos son «malos».
