El líder del conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, planteó este martes endurecer los requisitos para que los inmigrantes accedan a la nacionalidad española, elevando "el nivel de exigencia lingüística, cultural y constitucional", "La nacionalidad española no se regala, se merece", dijo.
En un acto en Barcelona, acompañado de altos cargos de su partido, Feijóo desgranó los diez puntos del plan de inmigración del PP, que busca propiciar una inmigración "ordenada, legal y humana", ante el actual "descontrol", del que responsabilizó al Gobierno.
Además de medidas ya conocidas, como el visado por puntos o unificar en una única autoridad las competencias en inmigración, el líder del PP, principal grupo de la oposición en España, dio a conocer otras nuevas, como el endurecimiento de los requisitos para obtener la nacionalidad, reforzar la presencia de cuerpos policiales en las fronteras o que prestaciones sociales como el ingreso mínimo vital estén vinculadas a la búsqueda de empleo.
También puedes leer: Pekín: "Si Estados Unidos decide luchar, China lo llevará hasta el final"
"La nacionalidad española no puede ser un mero trámite administrativo. Debe de ser ante todo un reconocimiento a quienes han demostrado con hechos su voluntad de integrarse, de respetar nuestras leyes y de contribuir al país que los acoge", sostuvo.
Según Feijóo, "ser español no es solo vivir en España, es participar de un proyecto común, compartir una historia, unos valores y un destino, es sentirse parte de algo más grande que uno mismo".
El líder del PP ha elegido la inmigración como uno de los ejes de sus propuestas para hacer frente al partido socialista, que actualmente encabeza un gobierno de coalición con el grupo de izquierda Sumar presidido por Pedro Sánchez.
Una de las medidas que plantea, el visado por puntos, no es nueva entre las propuestas de su partido, ya lo planteó en 2008 -sin llegarlo a aplicar después- el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, pero ahora llega en un contexto en que ha habido brotes de violencia xenófoba en España y con el discurso contra los migrantes en auge, sobre todo por partidos de la extrema derecha como Vox.
Estos planteamientos conservadores contrastan con los que defiende el partido socialista y su líder, Pedro Sánchez, quien este martes, en una entrevista radiofónica, habló en positivo de la inmigración como motor para la economía española y rechazó vincular inmigración con delincuencia o como un factor que quita trabajo a los españoles.
La inmigración se ha convertido en el principal problema para los españoles, desbancando al desempleo, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo público, difundido el pasado mes de septiembre.
En solo tres meses, la inmigración pasó de ser la novena preocupación para los españoles a la primera. La suma de los que la señalan como primer, segundo o tercer problema en el sondeo pasó en ese tiempo del 11,2 % registrado en el barómetro de junio a un 30,4 % en el de septiembre.






