Santo Domingo.- El 53.7% de los ciudadanos encuestados prefieren votar por un candidato masculino que femenino, así lo revela la “Encuesta de Cultura Democrática en República Dominicana 2022-23“, cuyos resultados fueron presentados recientemente por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
Preguntados sobre la confianza que «a la hora de votar» le inspiraría una persona en función de su sexo, un 15% no consideró que el sexo de un hipotético candidato determinase la orientación de su voto, respondió «ambos por igual». Por el contrario, más de la mitad percibiría al aspirante varón como un político más confiable que la aspirante femenina.
Algunos estudiosos del tema plantean que los estereotipos de género tradicionales atribuyen a hombres y mujeres rasgos de personalidad preestablecidos los cuales, en el caso femenino, no encajan con la imagen dominante del liderazgo exitoso, lo que genera prejuicios negativos sobre la capacidad de la mujer para ejercer el poder político.
Según el informe, la democracia se basa en el reconocimiento de que todas las personas tienen iguales derechos y deberes y, por lo tanto, igual derecho a participar políticamente y a que sus preferencias y valores sean respetados. Pese a esto, la encuesta recoge datos que muestran que la sociedad dominicana tiene un importante reto que enfrentar ya que, más del 50% de la población tiene prejuicios de género, o en contra de las minorías sexuales, de origen o religiosas.
Te puede interesar: Encuesta: Solo 28.9% de los dominicanos considera el país está «gobernado para el bien de todo el pueblo»
La presentación de los resultados estuvo a cargo de la economista e investigadora Rosa Cañete Alonso, en la actividad que se llevó a cabo en el Paraninfo Doctor Ricardo Michel de la UASD con la participación de representantes de la academia, medios de comunicación, sociedad civil, liderazgo político y autoridades partidarias.
Los tres levantamientos realizados (abril y octubre 2022 y abril 2023) señalan percepciones y valores democráticos de la ciudadanía dominicana, los cuales están influenciados por la práctica de las instituciones públicas y los partidos, tanto históricamente como en la actualidad.