Científicos utilizaron azúcar para crear una batería sin precedentes, capaz de almacenar energía a escala de red durante más de un año.
El avance podría ayudar a acelerar la transición a fuentes de energía renovable, las cuales requieren grandes cantidades de almacenamiento en baterías para evitar cumplir la demanda con combustibles fósiles cuando no hay mucha producción solar o eólica.
Un equipo del PNNL (Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico) del DOE (Departamento de Energía) de EEUU realizó el último descubrimiento mientras investigaba las baterías de flujo, que producen una reacción electroquímica a través de dos cámaras llenas de líquido para almacenar y liberar energía.
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Las baterías de flujo tienen el potencial de expandirse al tamaño de campos de fútbol, ya que son capaces de almacenar grandes cantidades de energía; sin embargo, los métodos actuales para crearlas requieren minerales extraídos que son difíciles de obtener y costosos.
“Es un enfoque completamente nuevo para desarrollar electrolitos de batería de flujo”, explicó Wei Wang, un investigador de baterías que dirigió la investigación del nuevo método. “Demostramos que se puede usar un tipo de catalizador totalmente diferente diseñado para acelerar la conversión de energía”.
Los investigadores utilizaron un azúcar simple disuelto llamado β-ciclodextrina, que es un derivado del almidón, para aumentar la longevidad y la capacidad de la batería de flujo.
El sistema logró un 60% más de potencia máxima que los métodos actuales, al mismo tiempo que fue capaz de almacenar y liberar energía durante más de un año de forma continua.
Fuente: Agencia AP