Santo Domingo.- El tránsito en las principales vías del Gran Santo Domingo continúa siendo un desafío diario para miles de ciudadanos. Las largas horas atrapadas en tapones, el elevado consumo de combustibles y los constantes retrasos para llegar al trabajo, hospitales y otras actividades han desatado las quejas. Opinan que las autoridades solo contribuyen al desorden.
La preocupación no solo radica en el tiempo perdido en el tráfico, sino también en los costos adicionales que esto genera. Muchos conductores afirman que el constante uso del aire acondicionado en los vehículos, junto con el alto consumo de combustibles debido a las largas horas de espera, está afectando gravemente su economía familiar.
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«Entre la gasolina y el mantenimiento del carro, ya no puedo seguir así. El salario no alcanza para tanto gasto. Hay que incluir 5 mil pesos adicionales en el contrato laboral para poder soportar esto, expresó uno de los tantos conductores que diariamente debe recorrer largas distancias».
A pesar de las múltiples promesas de modernización del transporte público y la construcción de soluciones viales, como pasos elevados y túneles, los ciudadanos opinan que ya no hay espacio suficiente para seguir ampliando las vías.
«La ciudad está saturada. No hay más espacio para hacer elevadas o expandir las calles. Ahora hasta los mochos se están montando».
También criticaron la labor de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT, antes AMET). Varios conductores consideran que, en lugar de aliviar la situación, los agentes de tránsito a menudo contribuyen a empeorar los tapones, generando mayor desorganización en las horas pico.
