Santo Domingo. – La Navidad es una época especial en la que se celebra el amor, la unión familiar y la generosidad. Muchas personas aprovechan este tiempo para acercarse a sus seres queridos, compartir momentos significativos y expresar gratitud.
Sin embargo, este no es el caso de Claribel Mena, de 50 años, quien enfrenta una delicada situación de salud que la ha llevado a depender de medicamentos. Su mayor anhelo no es solo recuperarse, sino poder pasar las fiestas navideñas rodeada de sus hijos, quienes han tomado caminos diferentes y la han dejado sola en su lucha.
Esta mujer, residente en el municipio Andrés, Boca Chica, en el sector Los Botao, cuenta que desde muy joven le gustaba trabajar y emprender para llevar comida a su hogar. “Yo llegué aquí por un cuñado que me trajo a cuidar una propiedad. Cuando papi y mami murieron, vendieron la casa y nos dieron a cada uno cien mil pesos; con eso compré este lugar”, relata.
Fue precisamente en ese momento que comenzó la batalla interna de Claribel. Luego de la muerte de sus padres, fue diagnosticada con trastorno depresivo, un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. También conocido como “trastorno depresivo mayor” o “depresión clínica”, afecta los sentimientos, pensamientos y comportamientos de una persona, pudiendo causar una variedad de problemas físicos y emocionales. Esta afección obliga a Claribel a medicarse diariamente.
Manifiesta que, en algunos momentos, por falta de recursos económicos, no ha podido adquirir sus medicamentos debido a su alto costo.
“Los medicamentos me salen muy caros, y los que utilizo son Negadep y Ridona 2. Estos antidepresivos me ayudan a estar estable”, explica Claribel.
Medicamentos antidepresivos Negadep y Ridona 2
Aunque intenta mantener el espíritu navideño, su mirada refleja la tristeza de una madre que añora el calor de su familia. Afirma que son pocas las veces que ve a sus hijos. Mientras cocina un pollo, se desahoga y describe a dos de sus tres hijos: “Mi hija es una muchacha alegre, le gusta la cerveza y la calle, joven al fin”, hace una breve pausa, respira y continúa: “Tengo un hijo que vive en Los Frailes; vino hace días y me dejó quinientos pesos”.
Claribel Mena cocinando
Esta humilde madre vive en una pequeña y estrecha casa de zinc, con muy pocos ajuares. Se sustenta haciendo trabajos informales, ya que ha tenido dificultades para retirar la tarjeta de solidaridad.
“Haciendo chiripas por ahí. En estos días ayudé a clasificar ropa a una amiga mía y me gané mil pesos. Lo que pasa con mi tarjeta es que me mandaron para un operativo en Boca Chica, no la pude retirar. Después fui a Megacentro y supuestamente la tenía el banco, y ahora me dicen que la enviaron para la Central de Solidaridad”, explica.
Casa de Claribel Mena
Francisco García, líder comunitario de Boca Chica, ha sido un apoyo para Claribel, ayudándola con alimentos y medicamentos. Expresa lo indignante que es la situación que enfrenta la señora Mena: “Es algo muy triste ver esa situación porque madre es solo una, y ver a Claribel en esta condición, que necesita sus medicamentos, alimentos y algunos electrodomésticos, es indignante”, sostiene Francisco.
Francisco García, líder comunitario, junto a Claribel Mena
El anhelo de una Nochebuena de Claribel Mena
Claribel Mena, con su mirada triste y distante, delata sus dificultades.
Al preguntarle qué le gustaría hacer en estas Navidades y Año Nuevo, aprovechó la entrevista para enviarles un mensaje a sus hijos:
“Que no me dejen tanto tiempo sola”, externó Claribel con la voz entrecortada.
A otra pregunta, ¿qué desea para estas Navidades y Año Nuevo?, respondió: “Quisiera pasármela con mis hijos”.
La soledad de Claribel es palpable. Por más visitas de vecinos o amigos que reciba, nadie puede llenar el vacío que han dejado sus hijos. Se aferra a los recuerdos de navidades pasadas, donde la risa y la alegría eran parte de su hogar.
Claribel sigue esperando, con la esperanza de que sus hijos, en algún rincón de sus corazones, sientan su llamado. La Navidad puede ser una oportunidad para sanar heridas y reencontrarse como familia, en un hogar que siempre estará abierto para quienes decidan regresar.
Esperemos que, con este reportaje, Claribel Mena pueda ver cumplido su sueño de tener a su familia reunida en casa.
Si desea colaborar con los medicamentos de Claribel Mena, puede hacerlo llamando al teléfono (809) 847-0238.