Las obras de construcción del primer puente ferroviario transfronterizo que une Rusia y China pasando sobre el río Amur han concluido, afirmó esta semana en rueda de prensa el representante presidencial en el Distrito Federal del Lejano Oriente, Yuri Trútnev.
Trútnev confirmó que el puente pronto estará operativo. La instalación del último tramo del puente, que conectará la aldea rusa de Nizhneleninskoye y la ciudad china de Tongjiang, finalizó el 17 de agosto.
El puente abarca 2,2 kilómetros, si bien la parte rusa mide 329 metros. La capacidad del puente será de 21 millones de toneladas al año. Después de que los trenes empiecen a circular, la distancia por ferrocarril entre la provincia de Heilongjiang, en China, y Moscú se reducirá en 809 kilómetros, lo que supone un ahorro de 10 horas. Además, la creación del puente transfronterizo ayudará a aliviar la presión sobre las ciudades fronterizas de Manzhouli y Suifenhe, informa China Daily.
Durante el proceso de construcción, que empezó en 2014, los trabajadores tuvieron que hacer frente a muchas dificultades, como el intenso frío invernal. «La temperatura puede bajar hasta los 40 grados bajo cero con un fuerte viento», comentó Li Huachao, ingeniero jefe del proyecto del puente ferroviario de Tongjiang.
Además, debido al cambio del curso del río Amur se requirió un nuevo proyecto de construcción.