Santiago de Chile.- En febrero pasado, semanas antes de que comenzara una nueva edición del campeonato nacional de fútbol chileno, el presidente del O’Higgings de Rancagua, Pablo Hoffman, confirmó que los dueños del club, la acaudalada familia Abumohor, buscaba desprenderse de su inversión.
Poco imaginaban, entonces, que su decisión atraería el interés de una inesperada compradora, la modelo y «conejita playboy» chilena Daniella Chávez, quien con ello agitaría aún más el rocambolesco fútbol chileno.
Los Abumohor, una familia de origen palestino que hizo su fortuna en la década de los cuarenta del pasado siglo a través del sector textil y que hoy manejan un banco, una inmobiliaria, una poderosa financiera e industrias alimentarias y de restauración -entre otros negocios- están muy vinculados al fútbol chileno.
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Uno de los tres hermanos fundadores, Ricardo Nicolás Abumohor Salman, jugó en las categorías inferiores del Club Palestino y una vez terminada su carrera deportiva, se convirtió en el presidente de la entidad, con gran pedigrí en la liga chilena.
Desde allí llegó a la presidencia de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile, que lideró entre 1993 y 1998, un periodo en le que la selección logró clasificarse para la fase final de Francia 1998 de la mano del entrenador Nelson Acosta.
Una familia de futbol
El fútbol, sin embargo, entró en la casa de los Abumohor a través de su padre, Nicolás, que fue tesorero del grupo de empresarios que logró convencer a la FIFA de que le concediera a la entonces remota Chile la organización de la fase final del mundial de 1962, en la que los anfitriones lograron el hito de ser terceros.
En 2005, y tras su salida de la ANFP, Ricardo Abumohor puso sus ojos en O’Higgings, un modesto club con las finanzas quebradas y múltiples problemas deportivos que ocho años después, y bajo la batuta de Eduardo «el Toto» Berizzo, levantó el torneo apertura 2013 y la Supercopa chilena de 2013, sus dos únicos títulos.
En esa época, había ascendido a la presidencia de la ANFP el polémico abogado Sergio Jadue, con el que Ricardo siempre mantuvo una relación caracterizada por la tensión y la crítica hacia su gestión económica y deportiva.
FIFAGATE
Meses después de su controvertida reelección, Jadue se convirtió en uno de los protagonistas claves del llamado «FIFAGATE», el escándalo de corrupción que causó la caída del presidente Joseph Blatter y reveló una red millonaria de sobornos y lavado de dinero.
Entre ellos, un supuesto soborno pagado a Jadue a presidentes sudamericanos y miembros de la Conmebol para asegurar los derechos de televisión de cuatro ediciones de la Copa América -incluida la que organizó y ganó Chile en 2015, delito del que se declaró culpable tras renunciar a la ANFP, huir a Miami y llegar a un acuerdo con el FBI.
Un escándalo del que todavía no se ha repuesto el fútbol chileno y que destaca en el origen de sus problemas de gestión actuales, la división de sus dirigentes y la polémica influencia de ciertos agentes, que tratan de imponer a sus jugadores.
Una Conejita Playboy
En este contexto de enfrentamiento en el fútbol chileno -sumido igualmente en una crisis económica y deportiva tras fracasar en las eliminatorias de clasificación para el mundial por segunda vez consecutiva-, una inesperada noticia ha añadido un punto más de surrealismo al discurrir de la liga chilena.
Una liga que no logró clasificar a ninguno de sus equipos para los cuartos de final de las copas Libertadores y Sudamericana, que comienzan esta semana.
Diversos medios informaron que la modelo e «influencer» chilena Daniella Chávez, que fue «Conejita de Playboy», había lanzado una campaña a través de su página «Onlyfans» para recaudar el dinero necesario y comprar el O’Higgings, equipo del que es fanática.
Según dijo la propia Chávez en su página personal de Twitter, ya había recaudado 5 millones de dólares, una tercera parte del supuesto precio.
«Me enteré que O’Higgins está en venta y comencé una campaña para recaudar los casi $20 millones. Es por eso que creé esta cuenta, con más contenido de Playboy, para que los fanáticos puedan ayudar a recaudar el dinero», explicó después a la radico local ADN.
Ademas, y para incentivar a los interesados, prometió «regalos VIP» a los fanáticos que promocionan su iniciativa.
En medio de la polémica suscitada, Chávez -que cuenta con cerca de 16 millones de seguidores en Instagram y ya ha invertido en el otro equipo de la ciudad, el club Deportivo Rancagua Sur-, incluso atacó a Abumohor, al que acusó de discriminación por negarse a transferirle el club ahora en la picota del fútbol chileno.