Seúl.- Corea del Norte ha vuelto a lanzar este miércoles unos misiles balísticos de corto alcance hacia el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), en una nueva demostración de poderío militar tras desvelar la semana pasada sus instalaciones para enriquecer combustible para bombas nucleares.
Los lanzamientos tuvieron lugar a las 6:50 hora local de hoy (21:50 GMT del martes) desde el norte de Pionyang y en dirección noreste. Los misiles recorrieron unos 400 kilómetros, según informó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, que no dio más detalles sobre el punto de impacto de los proyectiles.
El Ministerio de Defensa de Japón también se hizo eco del nuevo test norcoreano, y señaló que el proyectil cayó en aguas fuera de la zona económica exclusiva nipona (EEZ), sin que consten daños en navíos japoneses.
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Seúl considera el lanzamiento “un acto de provocación”
Desde Seúl, el JCS afirmó que los lanzamientos suponen “un claro acto de provocación que amenaza la paz y la seguridad en la península de Corea”, y añadió que continuará analizando los movimientos del Norte al tiempo que mantiene una postura de preparación para responder de forma “abrumadora” si lo considera necesario.
Por su parte, el ministro de Defensa de Japón, Minoru Kihara, dijo que el test supone “una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y son totalmente inaceptables”, en declaraciones a los medios locales.
Kihara apuntó que Tokio, Seúl y Washington están analizando los últimos desarrollos armamentísticos de Corea del Norte y coordinando sus posturas ante lo que consideran “una amenaza para la paz y la seguridad de la comunidad internacional”.
Pionyang intensifica sus actividades armamentísticas
El nuevo test norcoreano tiene lugar después de que el pasado miércoles el régimen disparara varios misiles balísticos de corto alcance desde el área de Pionyang y también hacia el mar de Japón.
Al día siguiente, los medios estatales norcoreanos señalaron que Corea del Norte había probado en ese test un nuevo lanzacohetes múltiple de 600 milímetros.
A comienzos de esa misma semana, el líder norcoreano, Kim Jong-un, había instado a seguir perfeccionando las capacidades nucleares del país para hacer frente a la “grave amenaza” que le supone el actual entorno regional, en su discurso para el día de la fundación nacional.
La intensificación de las exhibiciones de fuerza norcoreanas prosiguió el viernes 13, cuando Pionyang mostró por primera vez sus instalaciones para fabricar combustible para bombas nucleares, lo que se interpretó como un intento del régimen para adquirir protagonismo en la campaña para las elecciones presidenciales en EE.UU. mientras aumenta el temor a que realice pronto un test de armas de gran calado.
Kim visitó una planta llena de cascadas de centrifugadoras de uranio -aparentemente más avanzadas de lo estimado inicialmente por los expertos- y ordenó aumentar la cifra de estos dispositivos “para incrementar exponencialmente el número de armas nucleares”.
Estos desarrollos recientes de Corea del Norte, que desde 2019 rechaza retomar el diálogo sobre desarme, tienen lugar también poco antes de que el partido gobernante de Japón celebre el próximo día 27 unas primarias en las que se elegirá al sucesor de Fumio Kishida como líder de esa formación y del Ejecutivo nipón.