Haina. Conmovido por la tragedia que ha enlazado en luto a todo el país, el ex pelotero de Grandes Ligas, David Ortiz, participó este domingo en la misa oficiada en el Polideportivo de Haina en memoria de las más de 200 víctimas del desplome ocurrido el pasado 8 de abril en la discoteca Jet Set.
Ortiz, visiblemente afectado, compartió unas palabras cargadas de dolor, fe y esperanza:
“Esto es muy difícil, señores. Yo he ido de funeral en funeral. No hay tiempo para asistir a todos los velorios que se están dando en nuestra patria”, expresó.
El también conocido como “Big Papi” confesó que regresó al país en la madrugada desde Boston para estar presente en la ceremonia, tras el llamado de un amigo cercano.
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“Tenía que estar con mi gente de Haina. Esto es un momento muy difícil que solo podemos superar unidos, como familia”, agregó el miembro del Salón de la Fama de la MLB.
David Ortiz rompe en llanto
Durante su intervención, Ortiz relató entre lágrimas cómo esta tragedia lo ha tocado personalmente, al perder amistades cercanas y al ponerse en el lugar de los huérfanos que ha dejado el desastre.
“Esta mañana, cuando me estaba preparando para venir, mi hijo de un año vino gateando hacia mí, y no pude contener las lágrimas. Pensé en todos esos niños que ya no verán a sus padres”, expresó.
El ex beisbolista también pidió no cuestionar a Dios ante esta difícil circunstancia y, en cambio, buscar consuelo en la fe:
“Dios tiene una forma de comunicarse con nosotros que muchas veces no entendemos. No lo cuestionemos, encomendémonos a Él.”
Ortiz aprovechó para agradecer al presidente Luis Abinader, a la primera dama Raquel Arbaje, a la vicepresidenta Raquel Peña y al equipo de gobierno por su respuesta ante la tragedia:
“No sé mucho de política, pero lo que han hecho en estos días es digno de admirar. Desde el primer momento, han estado con su gente.”
Finalmente, hizo un llamado a la unidad, la compasión y la reflexión como sociedad:
“Esto no se olvida de un día para otro. Hay que tener compasión. Amar a Dios no solo es decirlo, es vivirlo. Somos mejores que esta violencia, que esta desconexión. Esta tragedia nos debe enseñar a ser mejores como pueblo.”
La misa, oficiada por el padre Pedro, reunió a familiares, sobrevivientes y allegados de las víctimas, ademas de la presencia del presidente Luis Abinader y otros funcionarios del gobierno, en un acto de fe colectiva que busca consuelo en medio de una de las peores tragedias humanas en la historia reciente del país.