Shanghái, China (EFE).- El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Tesla lanzará en los próximos días una actualización de software que permitirá a sus usuarios en China usar sistemas de «conducción autónoma» similares a los que ya ofrece en su país, según fuentes anónimas citadas por Bloomberg.
El consejero delegado de la compañía, Elon Musk, había mantenido contactos con los reguladores chinos para que dieran la luz verde al lanzamiento local este año de lo que Tesla denomina «conducción totalmente autónoma» (FSD, por sus siglas en inglés), a pesar de que todavía necesita supervisión e intervenciones frecuentes por parte de un conductor humano.
El plan, según Bloomberg, es lanzar la actualización a lo largo de «los próximos días», permitiendo a los usuarios que hayan pagado el equivalente a 8.800 dólares por el paquete FSD utilizarlo en vías urbanas. En un primer momento solo estará disponible para algunos modelos, pero se irá expandiendo paulatinamente a los demás.
Tesla habría ofrecido a sus empleados en China formar parte de una prueba piloto de estos sistemas antes de que fueran lanzados al público, según dos fuentes conocedoras de la situación, que apuntan que los trabajadores habrían tenido que firmar contratos de confidencialidad.
Musk viajó en abril del año pasado a Pekín, donde celebró reuniones con altos funcionarios como el primer ministro, Li Qiang, sobre la viabilidad de la FSD en China. Tesla cerró un acuerdo sobre mapas y navegación con el ‘Google chino’ Baidu y cumplió con los requisitos locales sobre seguridad de datos y asuntos de privacidad.
No obstante, el mes pasado, durante una llamada con analistas tras presentar resultados, el directivo reconoció que Tesla aún afrontaba desafíos a la hora de lanzar su FSD en China, achacándolos a las limitaciones que tanto Pekín como Washington han establecido a la forma que la compañía tiene de adiestrar a su sistema para reconocer las calzadas locales.
Según Musk, los ingenieros de Tesla estaban resolviendo el problema empleando vídeos de internet que mostraban calles de China para instruir al sistema.
Las tecnologías de asistencia a la conducción son cada vez más comunes en el gigante asiático, donde la firma local BYD, mayor fabricante mundial de eléctricos, anunció recientemente un sistema conocido como ‘Ojo de Dios’ que incorporará a vehículos con precios que parten del equivalente a 9.630 dólares.
Este mismo mes, Tesla dio el pistoletazo de salida a la producción en su nueva fábrica de baterías de almacenamiento en Shanghái (este), donde en 2019 abrió su primera ‘gigafactoría’ fuera de Estados Unidos, que ya fabrica más de la mitad de los vehículos que vende a nivel mundial.
Musk, a la postre hombre más rico del mundo y cercano aliado del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, goza de una buena relación con las autoridades de China, país que ha visitado en varias ocasiones y en el que tiene uno de sus principales mercados.