Nairobi.- El jefe de la Policía de Kenia, Japhet Koome, dimitió este viernes, solo un día después de que el presidente del país, William Ruto, destituyera a la mayoría de su Gobierno tras semanas de fuertes protestas contra los planes del Ejecutivo para subir impuestos.
Ruto, «presidente y comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa, aceptó este 12 de julio de 2024 la dimisión de (…) Japhet N. Koome (…) como inspector general del Servicio Nacional de Policía», señaló en un comunicado la Presidencia keniana.
Ruto nombró como nuevo jefe interino de los policías kenianos al hasta ahora vice inspector general, Douglas Kanja. Además de otros nombramientos en los altos cargos de la Policía, el mandatario también designó a un nuevo jefe para el Servicio Penitenciario de Kenia.
Estos no son los primeros cambios registrados en el liderazgo de las autoridades kenianas, después de que Ruto anunciara este jueves en un mensaje televisado a la nación la disolución de todo su Gobierno, excepto el ministro de Asuntos Exteriores y el vicepresidente, y la destitución del fiscal general.
«Después de escuchar atentamente al pueblo de Kenia y de un análisis integral de la actuación de mi Administración y de sus logros y desafíos, he decidido (…) destituir con efecto inmediato a todos los ministros y al fiscal general», declaró el mandatario desde la State House, sede de la Presidencia en Nairobi.
Ruto hizo este anuncio después de una serie de protestas masivas que desde el pasado 18 de junio se opusieron a un polémico proyecto de ley que implicaba una subida de impuestos y poco a poco se transformaron en manifestaciones antigubernamentales, pese a que el mandatario rechazase finalmente firmar la iniciativa legislativa.
Ya el pasado día 5 Ruto anunció una batería de medidas de austeridad y adelantó que habría cambios en el Ejecutivo, formado por veinte ministerios.
Las movilizaciones no contaron con líderes oficiales y se impulsaron en las redes sociales por jóvenes de la llamada ‘generación Z’ (nacidos entre mediados de los noventa y la primera década del siglo XXI).
Desde que empezaron las protestas la respuesta de las fuerzas de seguridad, que han disparado gases lacrimógenos, pelotas de goma e incluso munición real contra los manifestantes, ha dejado al menos 39 muertos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).
También ha habido al menos 361 heridos y se han registrado 32 casos de desapariciones forzadas, según esa entidad reguladora.
Esta es la peor crisis de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022.
Kenia destaca como una de las economías de más rápido desarrollo de África, pero las desigualdades persisten y uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial.