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Sao Paulo.- La economía brasileña creció un 1 % en el primer trimestre de 2022 frente a los últimos tres meses de 2021, tras haber registrado un alza del 4,6 % el año pasado, su mayor expansión en los últimos 11 años, informó este jueves el Gobierno.
En la comparación con el primer trimestre de 2021, el producto interior bruto (PIB) de la mayor economía suramericana creció un 1,7 %, según los datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
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De acuerdo con el instituto estatal, el crecimiento económico en el primer trimestre fue impulsado principalmente por el sector servicios, que subió un 1 % en la comparación con el trimestre anterior y un 3,7 % frente a enero y marzo de 2021.
El sector servicios, responsable por cerca del 70 % del PIB brasileño, se recuperó fuertemente en los últimos meses de los impactos de la pandemia de la covid tras el fin de todas las restricciones impuestas en el país.
El crecimiento del PIB no fue mayor debido al mal desempeño del sector agropecuario, uno de los más importantes de Brasil, que retrocedió un 0,9 % frente al trimestre inmediatamente anterior y un 8 % respecto al mismo periodo de 2021.
La industria, por su parte, se mantuvo prácticamente estable tras escalar un leve 0,1 % en el primer trimestre frente a octubre-diciembre de 2021, pero cayó un 1,5 % frente a los primeros tres meses del año pasado, lastrada principalmente por la industria de transformación.
Por el lado de la demanda, el consumo de las familias creció entre enero y marzo un 0,7 % frente al trimestre precedente, mientras que el consumo del Gobierno lo hizo un tímido 0,1 %, mientras que en la comparación anual fue registrado un incremento del 2,2 % y un 3,3 %, respectivamente.
La formación bruta de capital fijo (inversión productiva) bajó un 7,2 % entre enero y marzo en la comparación anual, tras cinco trimestres consecutivos de crecimiento, mientras que la tasa de inversión fue equivalente al 18,7 % del PIB, por debajo de la registrada en el mismo periodo de 2021 (19,7 %).
El Gobierno prevé un crecimiento del PIB de 1,5 % este año, mientras que la proyección del Banco Central es del 1 %, con una posible revisión al alza, según admitió el presidente del emisor, Roberto Campos Neto.
No obstante, la economía brasileña enfrentará diversos escollos que podrían desacelerar la expansión, como la crisis internacional, la elevada inflación (12,13 % interanual) y el aumento de las tasas de intereses a sus mayores niveles en varios años, lo que corroe el consumo.
