Washington.– Estados Unidos amplió este miércoles su campaña para privar al presidente ruso, Vladímir Putin, de recursos para financiar su guerra en Ucrania, y aseguró que está «documentando» lo que considera ataques deliberados a civiles en ese país.
Al anunciar nuevas sanciones contra Rusia y Bielorrusia, el Gobierno estadounidense advirtió que Moscú se está preparando «para aumentar la brutalidad» de su campaña contra Ucrania, y condenó sus tácticas en una guerra en la que ya han muerto más de 2.000 civiles ucranianos, según Kiev.
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El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que es «temprano para decir» si Rusia está cometiendo crímenes de guerra, pero acusó a Moscú de atacar deliberadamente zonas de Ucrania donde hay mucha población civil.
«Está claro que lo están haciendo», dijo Biden al ser preguntado al respecto antes de abandonar la Casa Blanca rumbo a Wisconsin.
ATAQUES «DELIBERADOS»
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, opinó después que Rusia está lanzando ataques «indiscriminados» y posiblemente «deliberados» contra la población civil ucraniana.
«Estamos tomando nota de lo que está pasando con los civiles en Ucrania. Lo estamos documentando para asegurarnos, entre otras cosas, de que se rinden cuentas por ello», afirmó Blinken durante una rueda de prensa.
El titular de Exteriores, que inicia este jueves una gira por Europa, tachó de «vergonzoso» que los ataques rusos hayan afectado a «escuelas, hospitales y viviendas» de Ucrania, y subrayó que han destruido infraestructuras cruciales para el suministro de agua y gas a los civiles.
«En los próximos días, el número de civiles asesinados y heridos, y las consecuencias humanitarias, no dejarán de crecer», alertó Blinken.
Rusia está llevando a Ucrania «municiones de racimo y bombas de vacío» o termobáricas, prohibidas por convenciones internacionales, aseguró unas horas antes en un discurso la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
Las palabras de la embajadora, que citó un video que mostraba ese presunto movimiento, llegan después de que varias organizaciones de derechos humanos acusaran a Rusia de usar bombas de racimo en Ucrania, un extremo que EE.UU. no ha confirmado.
MÁS SANCIONES A RUSIA Y BIELORRUSIA
Mientras, EE.UU. continuó su campaña de presión contra Putin, que ya incluye sanciones al 80 % de los activos de los bancos rusos, según el Departamento del Tesoro.
Las restricciones impuestas este miércoles tiene como objetivo 22 entidades relacionadas con el sector de Defensa ruso, entre ellas compañías que fabrican aviones y vehículos de combate, sistemas electrónicos, misiles y drones para los militares de Rusia, dijo la Casa Blanca.
Además, el Departamento de Comercio ordenó restringir aquellas exportaciones de tecnología que puedan favorecer «la capacidad rusa de refinar (petróleo) a largo plazo».
Se trata de un paso más en la complicada misión de Estados Unidos, que se ha propuesto debilitar el estatus de Rusia como gran exportador de gas y petróleo, pero sin afectar demasiado a los mercados globales.
Biden no descartó este miércoles vetar las importaciones estadounidenses de petróleo ruso, que suponen apenas el 7 % del total de crudo y productos derivados que compra anualmente Estados Unidos, de acuerdo a datos oficiales.
«Nada está fuera de la mesa», afirmó el presidente al ser preguntado al respecto.
Las ventas de gas y petróleo constituyen los principales ingresos exteriores de Rusia, y su principal mercado es la Unión Europea (UE), que hasta ahora se ha mostrado reticente a cortar sus importaciones de esos combustibles fósiles de Moscú.