Seúl.- El Banco de Corea (BoK) decidió este jueves mantener congelados los tipos de interés en el 3,5 % en un momento de incertidumbre ante la posible desaceleración de la cuarta economía de Asia.
En una decisión anticipada por los analistas, la junta de política monetaria de la entidad emisora surcoreana mantuvo el precio del dinero congelado por sexta ocasión consecutiva.
El BoK no ha vuelto a incrementar las tasas de referencia desde que aprobara siete subidas consecutivas entre abril de 2022 y enero de este año de cara a rebajar la inflación generada por la recuperación postpandémica.
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La decisión de mantener sin cambios su política monetaria se produce en un momento en el que Corea del Sur aún lidia con niveles de inflación superiores a los deseados y una creciente deuda de los hogares, además de encarar incertidumbres externas como la situación del mercado inmobiliario chino, la guerra en Ucrania o los actuales choques entre Israel y el brazo armado de Hamás.
Aunque la inflación ha dado algo de tregua en los últimos meses en Corea del Sur, la subida del crudo deparó en septiembre un alza de los precios del 3,7 % y el BoK prevé que la subida del IPC se mantenga por encima del 3 % hacia finales de año, por encima del 2 % que mantiene como objetivo.
La entidad pronostica de momento que la cuarta economía de Asia crecerá solo un 1,4 % este año ante la caída de las exportaciones, principal componente del PIB surcoreano, en el actual marco global de políticas monetarias restrictivas.
A su vez, preocupa la aguda diferencia con los tipos de interés en Estados Unidos, actualmente entre el 5,25 % y el 5,5 %, ya que esto facilita las salidas de capital del país asiático, debilitando al won frente al dólar y activando más presión inflacionaria al encarecer las importaciones.