Serie de reportajes: Desenmascarando el abuso infantil. 2/3
Desde el 2019 al 2022, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) ha acogido un total de 409 niños, víctimas de abuso sexual. Menores, que han vivido situaciones desgarradoras, producidas, en la mayoría de los casos, por las personas que estaban llamadas a protegerles y brindarles el cuidado que necesitan.
Desde el CONANI, los menores pueden encontrar resguardo mientras transitan a través de diversas emociones con el acompañamiento de profesionales multidisciplinarios. Actualmente la referida institución cuenta con 17 asociaciones sin fines de lucro, que trabajan con perfiles relacionados con el abuso a nivel general.
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En este sentido, Samir Saba, representante del CONANI, precisa que tres de las 17 asociaciones sin fines de lucro de la entidad y un hogar de paso se dedican a la atención de niños, niñas y adolescentes, víctimas de abuso sexual. Estos centros se encuentran ubicados en Santo Domingo Norte, Barahona y Jarabacoa.
“Las asociaciones sin fines de lucro trabajan con este tipo de perfil de acogida, diseñan un plan de intervención psicoterapéutico, dinámico y progresivo ante la vulneración a la cual estuvo el niño, la niña o el adolescente”, explica Saba. Los profesionales que brindan acompañamiento a los menores se centran en múltiples áreas de intervención, entre ellas: psicológica, psiquiátrica, educativa y de trabajo social.
Para desarrollar el área psicológica, Saba manifiesta que los referidos centros están acompañados de un personal profesional avalado por el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) para la intervención de las crisis y los traumas a los cuales fueron sometidos los niños y adolescentes. “Este perito elabora un plan de intervención psicológico-clínico, según los hallazgos encontrados en las evaluaciones de las pruebas psicológicas”, resalta.
En los casos que se requiere intervención psiquiátrica, el especialista trabaja con el menor, el trastorno mental que presenta de origen genético o neurológico con el objetivo de prevenir, evaluar, diagnosticar, tratar y rehabilitar, asegurando la autonomía y la adaptación de las condiciones médicas existentes. “Este (el psiquiatra) trabaja en conjunto con el psicólogo, el cual hace recomendaciones para el abordaje clínico de acuerdo con los hallazgos reportados por el profesional de la conducta que lleva el caso”, subraya el representante de CONANI.
En tanto la intervención en salud a nivel general se centra en proporcionar a los menores acogidos el cuidado médico necesario para su recuperación. Ante cualquier eventualidad médica que pudieran presentar los niños, niñas y adolescentes acogidos, las referidas asociaciones sin fines de lucro emplean unas pautas para intervenir la eventualidad asistiendo al médico de cabecera, quienes les ofrecen las intervenciones de acuerdo al caso.
En este sentido, el representante del CONANI apunta que este tipo de casos, el profesional de la salud elabora un marco lógico a principio de cada año, con las actividades que estarán desarrollando con los menores acogidos en el programa. El mismo está estructurado con una serie de herramientas y actividades con las cuales los niños, niñas y adolescentes estarán trabajando durante un año.
Saba, destaca además, que las asociaciones sin fines de lucro agrupadas en CONANI, se adhieren al currículo que tiene el Ministerio de Educación a fin de dar seguimiento a las clases de los menores en edad escolar. “Cada niño, niña y adolescente es inscrito en los centros educativos, tal como lo tiene establecido la ley 136-03 sobre el artículo 45, sobre el derecho a la educación”, precisa.
En tanto, Saba indica que CONANI realiza una intervención en todos los aspectos sociofamiliares del menor. Explica que los enfoques en los cuales se fundamentan la intervención de los trabajadores sociales de las asociaciones sin fines de lucro son los siguientes: enfoque de Derechos, Constructivista o Histórico Cultural, Socio Crítico, Anti Opresivo y Determinantes Sociales de Salud. En este orden, en el contexto de la atención residencial, la evolución sociofamiliar tiene el objetivo de valorar la situación de desprotección que dio origen al ingreso del niño o adolescente, así como indicadores de bienestar que permitan ofrecer recomendaciones orientadas a la reinserción familiar o medidas alternativas de protección, de acuerdo con el caso.
¿Cómo denunciar un caso de abuso infantil?
La Procuraduría General de la República cuenta desde 2006, con el sistema de servicio telefónico Línea Vida, mediante el número de teléfono 809 200-1202, la ciudadanía puede denunciar el abuso infantil. Las denuncias pueden realizarse de manera confidencial.
Es coordinado por un fiscal adjunto, asistido de un psicólogo y una unidad policial que intervienen de inmediato y opera en horario de 8:00 de la mañana a 12:00 de la medianoche.
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