Cada 11 de octubre, el mundo celebra el Día Internacional de la Niña, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2011 con el propósito de reconocer los derechos de las niñas y los desafíos únicos que enfrentan en todo el planeta.
Más allá de una conmemoración simbólica, este día representa una oportunidad para visibilizar las desigualdades que todavía afectan a millones de niñas en el acceso a la educación, la salud, la seguridad y la participación social. También busca promover su empoderamiento y garantizar que puedan desarrollar su potencial en condiciones de igualdad.
Origen y propósito de la conmemoración
La creación del Día Mundial de la Niña surgió como resultado de los esfuerzos del movimiento internacional por los derechos de las mujeres y la infancia.
Fue impulsado por Plan International, una organización que en 2007 lanzó la campaña “Porque soy niña”, centrada en erradicar la discriminación y la violencia que sufren las menores de edad en muchos países.
En 2011, la Asamblea General de la ONU adoptó oficialmente la resolución que designó el 11 de octubre como una fecha para reflexionar sobre el rol de las niñas en la sociedad y promover acciones concretas que aseguren su bienestar y desarrollo integral.
Desafíos que enfrentan las niñas en el mundo
A pesar de los avances, las cifras continúan mostrando una realidad preocupante:
- Más de 130 millones de niñas en el mundo no asisten a la escuela (UNESCO, 2024).
- Cada año, 12 millones de niñas menores de 18 años son obligadas a contraer matrimonio (UNICEF).
- En muchos países, las niñas enfrentan una doble carga de discriminación: por edad y por género.
- La violencia sexual, el trabajo infantil y la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva siguen limitando su desarrollo.
Estos datos reflejan que la igualdad de género aún es un desafío estructural, y que garantizar los derechos de las niñas es fundamental para el progreso sostenible de las sociedades.
El poder de la educación y la participación
Invertir en la educación de las niñas no solo mejora su calidad de vida, sino que transforma comunidades enteras.
Una niña que recibe educación tiene más posibilidades de acceder a empleos dignos, participar en la vida política y social, y romper los ciclos de pobreza que afectan a su entorno.
La ONU y diversas organizaciones internacionales coinciden en que la educación es la herramienta más poderosa de empoderamiento. Además, promover su participación en la ciencia, la tecnología, el liderazgo y el emprendimiento contribuye a construir un futuro más equitativo e innovador.
La conmemoración en República Dominicana
En República Dominicana, el Decreto 357-17, emitido por el presidente Danilo Medina el 11 de octubre de 2017, declaró esta fecha como el “Día Nacional de la Niña”.
El decreto busca reconocer que la inversión en las niñas es esencial para el desarrollo económico y social, y para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente los relacionados con la igualdad de género, la educación de calidad y la erradicación de la pobreza.
Cada año, instituciones públicas y organizaciones sociales realizan actividades educativas, culturales y comunitarias destinadas a promover los derechos de las niñas dominicanas y a crear conciencia sobre los desafíos que aún persisten.
Un futuro donde las niñas lideren el cambio
El Día Mundial de la Niña nos recuerda que la igualdad de género comienza con garantizar los derechos, la seguridad y las oportunidades de las más jóvenes.
Brindarles educación, protección y espacios para expresarse no solo es una cuestión de justicia, sino una inversión en el futuro de la humanidad.
Empoderar a las niñas hoy significa construir una sociedad más fuerte, justa y sostenible para todos.






