La Semana Santa, también conocida como Semana Mayor, es un período de ocho días que comienza con el Domingo de Ramos y culmina con el Domingo de Resurrección, la última semana de la Cuaresma.
Los días más importantes son el Triduo Pascual, es decir, el conjunto de tres días en los que tuvieron lugar la pasión, muerte y la resurrección de Jesucristo. Son el Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección. La Semana Santa es un tiempo para dedicarse a la oración y la reflexión, acerca de cómo Jesucristo decide tomar el lugar de los hombres y recibir el castigo para liberar a la humanidad del pecado.
¿Qué pasa si tienes sexo en Semana Santa?
A pesar de que la Semana Santa tiene una connotación cristiana, existen varios tabú acerca de ciertas acciones que están prohibidas realizar en este lapso de tiempo. Tal es el caso de tener relaciones y comer carne.
Uno de los mitos más antiguos en épocas de Semana Santa, quizá desde antes de que nacieran nuestros tatarabuelos, era que las parejas que tenían relaciones sexuales en días santos se quedaban pegados, así como sucede con algunos animales. Esto se deriva de la creencia religiosa de que si una pareja comete dichos actos en esa semana serán castigados por Dios y caerán en vergüenza.
Aunque sí existe la posibilidad de que humanos se queden “pegados”, esto sucede cuando hay un problema psíquico o físico en la mujer, ya sea por una contracción involuntaria en los músculos vaginales aprisionando el aparato reproductor masculino.
A través de los años todavía existe la incertidumbre de si tener sexo en Semana Santa es pecado o no, situación que explicó el reconocido sacerdote José de Jesús Aguilar en una de sus entrevistas y dijo que tener sexo durante la Semana Santa no es pecado solo si es un encuentro motivado por el amor bajo la unión matrimonial.
Si bien es cierto, en las sagradas escrituras ni en otros escritos se ha demostrado o confirmado que parejas se hayan quedado pegadas durante esos días.
¿Por qué no se puede comer carne en Semana Santa?
La continencia de carne durante la Semana Santa tiene sus raíces en la tradición religiosa y simboliza varios aspectos de la fe cristiana. En particular, la carne ha sido históricamente asociada con la indulgencia y el lujo, y la renuncia a su consumo durante la Cuaresma y especialmente durante la Semana Santa se considera un acto de penitencia y sacrificio.
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Esta postura de privación está destinada a recordar a los creyentes el sufrimiento de Jesucristo en la cruz y a alentar la reflexión sobre su propio camino espiritual.
A pesar de todo esto, el verdadero motivo de la Semana Santa, es para recordar la entrega de Jesucristo por la redención de los pecados y celebrar la victoria de la vida sobre la muerte.