Santo Domingo.- La destitución del primer ministro de Haití, Garry Conille, ha generado preocupación entre expertos en política internacional, quienes advierten sobre las posibles consecuencias tanto para Haití como para la República Dominicana. Los politólogos Juan de Dios y William Charpentier, ofrecieron sus análisis sobre el impacto de esta decisión y cómo podría afectar la estabilidad de la región.
Charpentier explicó que la reciente destitución del primer ministro Conille y el nombramiento de un nuevo líder, Alix Didier Fils-Aimé, representa un retroceso en los esfuerzos del Consejo Presidencial de Transición para estabilizar Haití.
“Nos preocupa que peligre el programa del Consejo, que planeaba celebrar elecciones en 2025 y que para 2026 asumieran nuevas autoridades. Sin embargo, el Consejo de Seguridad de la ONU y varios países no han cumplido con el envío de militares y recursos acordados para desarticular las bandas y fortalecer la institucionalidad”, señaló Charpentier.
También subrayó que la falta de intervención eficaz por parte de la comunidad internacional prolongará la crisis en Haití, lo que inevitablemente impactará a República Dominicana, su vecino más cercano. “Todo retroceso en Haití afecta directamente a República Dominicana. Al final, los más pobres de Haití, aquellos sin recursos para emigrar por otras vías, cruzarán la frontera en busca de sobrevivencia. Esto generará más presión en nuestra nación y en otros países de la región”, expresó.
Por su parte, el politólogo Juan de Dios destacó que la destitución del primer ministro es otro reflejo de la profunda crisis institucional en Haití. “La situación demuestra que Haití sigue sumido en una crisis más grave de lo que se pensaba. Las pandillas continúan controlando infraestructuras clave como la energía, el transporte y los hospitales. El Consejo Presidencial de Transición, creado a través del acuerdo del Caricom, no ha logrado resolver la crisis política ni garantizar la estabilidad del país”, afirmó.
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De Dios también hizo hincapié en el impacto económico que esta crisis tiene para República Dominicana, señalando que Haití es el segundo socio comercial del país, con un intercambio comercial que supera los mil millones de dólares anuales. “Si Haití no logra estabilizarse, esto afectará negativamente a República Dominicana, ya que el comercio bilateral se verá afectado. Para que Haití pueda salir de esta crisis, se necesita una intervención internacional que establezca un fideicomiso que administre sus instituciones y permita la creación de un gobierno legítimo”, concluyó.
Ambos expertos coincidieron en que, de no resolverse la crisis en Haití, República Dominicana seguirá enfrentando las consecuencias de la inestabilidad en el país vecino, tanto en términos de seguridad como en el aspecto económico. Reiteraron la urgencia de que la comunidad internacional tome medidas más efectivas para estabilizar Haití y evitar que la situación siga afectando a la región en su conjunto.