Quito.- Un conjunto de cajas con fusiles y granadas fueron halladas en las oficinas de una de las prisiones del mayor complejo carcelario de Ecuador, dependencias destinadas a funcionarios de prisiones, según informó este viernes la Fiscalía General del Estado.
Este hallazgo, realizado en la cárcel de Guayas, se produce luego de una serie de intervenciones de la Policía y de las Fuerzas Armadas tras la última masacre carcelaria en la aledaña Penitenciaría del Litoral que han revelado un gran arsenal de armas de guerra en poder de los reclusos.
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La Fiscalía reveló a través de sus canales oficiales que, durante las labores de inspección de pabellones, ubicó «fusiles, bombas, granadas, explosivos, dinero en efectivo y droga al interior de las oficinas del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI)», el organismo estatal encargado de administrar y custodiar las 35 prisiones de Ecuador.
Ecuador
El SNAI, cuyos guardias carcelarios no disponen de armamento letal, confirmó el hallazgo de las armas, explosivos y droga en sus oficinas, a través de un comunicado donde anticipó que «prestará toda la colaboración dentro de las investigaciones que se inicien por esta causa, a fin de esclarecer los hechos ocurridos».
Este hallazgo se produce tres días después de que dimitiese el director del SNAI, Guillermo Rodríguez, quien estaba en el cargo desde octubre de 2022.
Tanto la semana anterior como en la presenta la Policía y las Fuerzas Armadas ingresaron a cuatro de los doce pabellones de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y poblada de Ecuador, también situada en el mismo complejo carcelario de Guayas, en la ciudad de Guayaquil.
Entre los pabellones intervenidos estaban aquellos involucrados en la masacre carcelaria sucedida entre el 23 y 25 de julio, en un enfrentamiento entre reclusos que dejó 31 presos asesinados, según la Fiscalía, si bien la Policía difiere de esa cifra que aún está por esclarecer, al apuntar que serían menor.
Los fusiles y granadas
En sus intervenciones, los policías y militares hallaron en la Penitenciaría del Litoral hallaron un arsenal de guerra compuesto por al menos 68 armas de fuego, entre ellas 14 fusiles de largo alcance, 23 pistolas de 9 milímetros, 2 revólveres de calibre 38 milímetros y 2 subametralladoras Mini Uzi.
También encontraron un lanzagranadas, 23 granadas de mano, dos granadas de gas, catorce chalecos antibalas, más de 7.200 balas de calibre 9 milímetros, más de 4.750 municiones de calibre 5,56 milímetros, 56 de 38 milímetros, una docena de cartuchos de calibre 12 para escopeta y más de 2.000 balas a granel de calibres variados.
Asimismo, se decomisaron 65 tacos de explosivos en gel, 21 artefactos explosivos de fabricación artesanal y 21 explosivos caseros, así como decenas de armas blancas como machetes, cuchillos y puñales y herramientas como una sierra radial.
Otros elementos hallados en esas dos primeras intervenciones fueron envoltorios de cocaína y marihuana, cerca de 350 teléfonos móviles, seis radios, videoconsolas, televisores y equipos de aire acondicionado, además de animales de granja como pollos y patos y una piscina donde los reclusos criaban tilapias.
Las intervenciones se realizaron en el marco del estado de excepción decretado por el Gobierno en el sistema penitenciario nacional desde el 25 de julio, cuando a la masacre en la Penitenciaría del Litoral se sumó una huelga de hambre de presos en trece prisiones, donde en siete de ellas hubo amotinamientos donde los reos retuvieron 137 funcionarios de prisiones.
Esa matanza en la Penitenciaría del Litoral, que alberga a unos 5.600 reclusos, fue la más reciente de una serie de masacres ocurridas en Ecuador desde 2020, que han dejado más de 400 reos asesinados por enfrentamientos entre reclusos de bandas rivales que se disputan el control interno de las prisiones del país.