Sídney. – Una operación conjunta entre las autoridades de Australia y Canadá incautó más de seis toneladas de metanfetamina, valorada en más de 1150 millones de dólares, con destino al país oceánico.
La Policía Federal Australiana informó hoy en un comunicado la detención de seis personas relacionadas con este operativo tras realizar varios registros en la ciudad de Melbourne y otras localidades del país.
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Dos arrestados estarán procesados por el delito de intentar importar droga, mientras el resto -incluido un estadounidense-, por comprar droga en grandes cantidades, precisó la policía.
Los cristales líquidos de metanfetamina, que estaban camuflados en envases de aceite de canola, fueron confiscados por las autoridades canadienses en cuatro operativos entre diciembre del año pasado y junio de este año en el territorio del país norteamericano.
La comisionada adjunta de la Policía Federal Australiana, Hilda Sirec, explicó que las detenciones fueron posibles porque las autoridades sustituyeron uno de los envíos con sustancias inocuas con el fin de identificar a los presuntos delincuentes en Australia y su conexión con las mafias internacionales.
«Los grupos trasnacionales de delincuencia organizada constituyen una amenaza para la seguridad nacional», declaró Sirec, al apuntar las sospechas en torno a las alianzas entre «algunos agentes estatales» con las mafias para distribuir la droga «en un intento de socavar las sociedades y la democracia», sin dar más detalles.
Toneladas de metanfetamina
La Policía Federal Australiana indicó que este decomiso, uno de los mayores de esta droga en Oceanía, equivale a alrededor de 19 millones de dosis y está valorado en el mercado negro en 1700 millones de dólares australianos (1156 millones de dólares estadounidenses o 1067 millones de euros).
Esta incautación se produce después de que las autoridades de Australia -uno de los destinos mundiales más lucrativos de las mafias internacionales- informara en octubre del año pasado que decomisó unas 1,8 toneladas de metanfetamina, en una operación conjunta con las autoridades de Hong Kong.
