Jerusalén.- El Ejército de Israel mató en las últimas horas a «decenas» de supuestos milicianos en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, mientras numerosos civiles siguen perdiendo la vida en los ataques por aire, tierra y mar que realizan las fuerzas israelíes a lo largo de todo el enclave.
«Las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel continúan operaciones intensivas en el oeste de Jan Yunis y mataron a decenas de terroristas durante el último día», informó un portavoz del Ejército, al explicar que muchos de esos hombres murieron en bombardeos y otros por fuego de tanques y francotiradores.
«Las tropas en Jan Yunis identificaron a varios terroristas armados con un lanzacohetes antitanque RPG y un fusil AK-47. Los terroristas fueron asesinados a quemarropa por los soldados», recalcó.
La Fuerza Aérea de Israel atacó en ese área una instalación en la que «se almacenaban grandes cantidades» de armas de Hamás, lo que provocó explosiones secundarias, explicó.
En tanto, el Ejército no ha cesado su ofensiva en el centro y norte de la devastada Franja, donde largas extensiones de territorio han quedado totalmente arrasadas.
Este mismo martes, Israel ordenó la evacuación «urgente» de los barrios de Olive y Turkmenistán de la ciudad de Gaza, y llamó a los civiles a trasladarse Al Mawasi, en el centro del enclave.
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«Decenas de civiles, incluidos niños y mujeres, resultaron muertos y heridos por la noche» por la ofensiva israelí, informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
Entre los ataques se encuentra el bombardeo a una casa habitada de la familia Aqtifan en el barrio de Al Sabra, al sur de la ciudad de Gaza, que mató a cinco personas e hirió a otras tres, indicó la agencia.
Las fuerzas israelíes también bombardearon cerca del hospital Al Amal en Jan Yunis un centro médico que ha sido directamente asediado y atacado en los últimos días, «causando daños materiales y un estado de terror entre los civiles», asegura Wafa.
Y esta mañana, al menos diez civiles resultaron heridos por balas israelíes en la carretera costera de Al Sheikh Ijlin mientras esperaban la llegada de un convoy de ayuda. Tanques israelíes también atacaron viviendas civiles en el barrio de Al Zaytoun en la carretera Salah Al Din en la ciudad de Gaza, informó la agencia.
La ofensiva israelí ha matado a al menos 29.092 gazatíes, 70 % de los cuales eran niños y mujeres, y ha herido a otros 69.028 desde el 7 de octubre, cuando estalló la guerra tras un ataque del grupo islamista Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados, de los cuales 112 han sido rescatados con vida.
Desde que las tropas israelíes iniciaron su incursión terrestre en la Franja, a finales de octubre, 236 soldados han perdido la vida en combate. El último de ellos fue Maoz Morell, de 22 años, quien falleció hace cinco días en combates contra milicianos en Jan Yunis, informó este martes el Ejército.
En tanto, cerca de 1,4 millones de gazatíes hacinados en Rafah, que ya ha sufrido fuertes bombardeos, temen que el Ejército israelí entre a la ciudad con sus tanques y tropas en cualquier momento, tal y como lo ha anunciado el Gobierno de Israel.
Se trata del punto más meridional de Gaza, junto a la frontera con Egipto, y el único rincón que no ha sido arrasado por las tropas de tierra de Israel.
Según dijeron gazatíes sobre el terreno a EFE, muchos están con sus pocas pertenencias preparadas para evacuar si hubiera un ataque, aunque por ahora no se dieron órdenes al respecto por parte de Israel.
Beny Gantz, exministro de Defensa israelí y miembro del Gabinete de Guerra de Israel, alertó recientemente que el Ejército incursionará por tierra en Rafah antes del 10 de marzo -inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán- si Hamás no libera a los más de cien rehenes que aún retiene en el enclave palestino.
La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, principal socio y proveedor de armas de Israel, hace presión para que se abstenga de atacar por tierra a Rafah, donde miles de familias con niños y ancianos sobreviven en medio de una crisis humanitaria sin precedentes y al borde de la hambruna.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insiste en que sus objetivos de guerra, entre ellos el desmantelamiento de Hamás, no podrán completarse si sus tropas terrestres no llegan a todo el territorio gazatí.