Berlín. – La vacunación obligatoria no podrá entrar en vigor en Alemania hasta mayo o junio de 2022, como pronto, en lugar de a principios de marzo como había prometido el nuevo canciller, Olaf Scholz, cuya hoja de ruta no será posible cumplir.
Una de las razones es el calendario de sesiones del Parlamento, que, salvo que se convoquen plenos extraordinarios, no permitirá que la ley correspondiente se apruebe antes de abril.
Más allá de esto, la necesidad de crear un registro de vacunación centralizado demoraría por lo menos hasta junio la posibilidad de una entrada en vigor, según el diario «Tagesspiegel», que además cita hoy «complejidades jurídicas» como otro factor que, de acuerdo con fuentes de la coalición, podría retrasar el proyecto.
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A finales de noviembre del año pasado, poco antes de tomar posesión como canciller, Scholz afirmó en una entrevista en la cadena pública ZDF que la vacunación obligatoria debería entrar en vigor a más tardar «a principios de marzo».
No obstante, la fecha de un primer debate orientativo sobre el tema fue retrasada en el Bundestag de principios de enero a la última semana de este primer mes del año, tras lo cual la cámara baja entrará en receso por las vacaciones de carnaval.
La primera fecha en la que los diputados podrían tomar, en teoría, una decisión sobre la vacuna obligatoria sería el 14 de marzo; pero la cámara alta, el Bundesrat, que debe refrendarla, no volverá a congregarse hasta el 8 de abril.
Según indicó a «Tagesspiegel» Dirk Wiese, responsable de la cuestión de la vacuna obligatoria del grupo parlamentario socialdemócrata, el objetivo es ahora que el proyecto de ley salga aprobado del Bundestag a finales del primer trimestre.
La vacunación obligatoria y la libertad
Wiese añadió que de todas formas la vacuna obligatoria no tendría gran efecto a corto plazo; sino que se trata «de una precaución para el otoño y el invierno próximos».
Por su parte, el ministro de Justicia, Marco Buschmann, conminó a los diputados a decidir con rapidez; en declaraciones al dominical del tabloide «Bild», y añadió que no cree que el proyecto fracase por obstáculos legales.
«Cada vez hay más juristas que dicen que una vacunación obligatoria se puede justificar adecuadamente si ayuda a evitar un posible colapso del sistema sanitario; y hace posible eliminar otras medidas de protección que restringen seriamente las libertades,» sentenció.
A pesar de que Scholz reafirmó su intención de sacar adelante el proyecto, la oposición conservadora le acusa de falta de liderazgo; y de retrasar su implementación ante la postura ambivalente del Partido Liberal (FDP). Uno de los socios de coalición de los socialdemócratas junto con los verdes.
El líder liberal y ministro de Finanzas, Christian Lindner, evitó esta semana posicionarse personalmente con respecto a la medida; puesto que, según dijo, el «mayor bien», según la Constitución, es la «libertad».
«Es notable que en una cuestión tan crucial el Gobierno carezca; por lo que aparenta, de una mayoría independiente», criticó este domingo el democristiano Hendrik Wüst.
Es de prever que la coalición de Gobierno, que ya ha indicado que la vacuna obligatoria no estará sujeta a disciplina de partido; no podrá aprobarla recurriendo tan sólo a sus propios diputados, aunque una ratificación estaría garantizada gracias a los votos conservadores.