domingo, mayo 5, 2024

Las abejas en enjambre podrían cambiar el clima, revela investigación

Las abejas en enjambre producen tanta electricidad que pueden afectar al clima local, según sugiere una nueva investigación. El hallazgo, que los investigadores realizaron midiendo los campos eléctricos alrededor de las colmenas de abejas (apis mellifera), revela que las abejas pueden producir tanta electricidad atmosférica como una tormenta eléctrica.

Esto puede desempeñar un papel importante en la dirección del polvo para dar forma a patrones meteorológicos impredecibles; y su impacto puede incluso tener que ser incluido en los futuros modelos climáticos.

Los diminutos cuerpos de los insectos pueden recoger cargas positivas mientras buscan comida, ya sea por la fricción de las moléculas de aire contra sus alas que baten rápidamente (las abejas pueden batir sus alas más de 230 veces por segundo) o por aterrizar en superficies cargadas eléctricamente. Pero hasta ahora se suponía que los efectos de estas diminutas cargas eran a pequeña escala.

Puedes leer: Estrellas frenan racha de Tigres y ganan en 10 entradas

“Hace poco que hemos descubierto que la biología y los campos eléctricos estáticos están íntimamente ligados y que hay muchos vínculos insospechados que pueden existir en diferentes escalas espaciales, desde los microbios del suelo y las interacciones entre plantas y polinizadores hasta los enjambres de insectos y el circuito eléctrico global”, explicó a Live Science el primer autor, Ellard Hunting, biólogo de la Universidad de Bristol.

La electricidad estática surge cuando las protuberancias y picaduras microscópicas de dos superficies se rozan entre sí, provocando fricción. Esto hace que los electrones, que están cargados negativamente, salten de una superficie a otra, dejando una superficie cargada positivamente mientras la otra se carga negativamente. La transferencia entre las dos superficies ionizadas establece una diferencia de tensión, o gradiente de potencial, a través de la cual las cargas pueden saltar.

La descarga

Este gradiente de potencial electrostático -que puede provocar una descarga al tocar el pomo de una puerta después de caminar por una alfombra- también puede cargar los rayos a través de la fricción de los cúmulos de hielo en el interior de las nubes; la leyenda dice que este fenómeno fue demostrado por Benjamin Franklin cuando voló con su hijo una cometa durante una tormenta eléctrica, observando que la cuerda mojada de la cometa conducía chispas desde la nube de tormenta hasta una llave atada a su extremo.

Los efectos electrostáticos surgen en todo el mundo de los insectos; permiten a las abejas atraer el polen hacia ellas y ayudan a las arañas a tejer telas cargadas negativamente que atraen y atrapan los cuerpos cargados positivamente de sus presas.

Para comprobar si las abejas melíferas producen cambios considerables en el campo eléctrico de nuestra atmósfera, los investigadores colocaron un monitor de campo eléctrico y una cámara cerca del emplazamiento de varias colonias de abejas melíferas. En los 3 minutos que los insectos inundaron el aire, los investigadores comprobaron que el gradiente de potencial por encima de las colmenas aumentó hasta 100 voltios por metro.

En otros eventos de enjambrazón, los científicos midieron el efecto hasta 1.000 voltios por metro, lo que hace que la densidad de carga de un gran enjambre de abejas sea aproximadamente seis veces mayor que las tormentas de polvo electrificado y ocho veces mayor que una nube de tormenta.

Fuente: Infobae

En el foco

Patrocinado por:

Top 5 esta semana

Explora más