La tragedia ocurrida en San Cristóbal producto de una explosión que hasta el momento ha dejado 11 personas fallecidas, provocó una variación en la agenda del presidente de la República, Luis Abinader con miras al 16 de agosto.
En lugar de pronunciar un discurso desde Cabo Rojo, provincia Pedernales como se tenía previsto, el mandatario agotará una jornada de trabajo desde la provincia cuna de la Constitución Dominicana.
Abinader asistirá y participará en una misa en honor a las víctimas, la cual tendrá lugar en la Catedral Nuestra Señora de la Consolación de San Cristóbal, el miércoles a las 9:00 de la mañana y que, además, tendrá una mesa de trabajo en la gobernación provincial para definir acciones.
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Los detalles de los cambios en el programa gubernamental fueron dados a conocer por el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, quien aprovechó para hacer un llamado a la solidaridad y compasión, instando a seguir el ejemplo de «estar cerca de los quebrantados de corazón y socorrer a los de espíritu abatido».
“La Presidencia reafirma su compromiso con el bienestar y seguridad de todos los dominicanos, especialmente en momentos tan difíciles como estos”, expresó Homero.
Investigación
El Gobierno dominicano incorporó efectivos de la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor (J2) a la investigación para esclarecer las causas de la explosión registrada el día de ayer en San Cristóbal y que hasta el momento ha dejado un saldo de 11 muertos, 59 heridos y 11 desparecidos.
La medida fue instruida por el presidente Luis Abinader tras comprobar personalmente los efectos de «este terrible incidente», que permanece bajo investigación.
Más temprano, Abinader dispuso que se uniera a las pesquisas el J2 de las Fuerzas Armadas, especializado en la búsqueda, análisis, interpretación y difusión de la información relacionadas con la seguridad nacional.
