Santo Domingo.- Todos los acueductos de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) operan este miércoles con normalidad tras el paso del huracán Beryl por aguas del mar Caribe, mientras la producción de agua potable se mantiene en 446 millones de galones diarios.
En un comunicado, la dirección de operaciones de la CAASD explicó que las condiciones de las presas son óptimas, similares a la que estaban antes del fenómeno y solo Duey estuvo fuera de servicio por espacio de ocho horas por la turbidez de sus aguas, pero ya está en funcionamiento.
Los sistemas de Isa Mana, Valdesia, Barrera de Salinidad, los campos de pozos Santo Domingo Este, La Joya y Los Marenos operan en condiciones normales.
También puedes leer: Hallan cadáver de un hombre debajo del puente de Villa Mella
Asimismo, la Corporación informa que se corrigieron varias averías, aunque ninguna fue de importancia suficiente como para afectar a la distribución de agua potable a los usuarios del Gran Santo Domingo durante el paso del ciclón.
La entidad mantiene activado su comité de emergencia y brigadistas que continúan realizando labores preventivas y supervisiones en las diferentes tomas de agua, mientras que la Unidad Ejecutora de Proyectos retoma el ritmo de los trabajos de saneamiento de cañadas, entre otras obras de vital importancia para las comunidades del Gran Santo Domingo.
Desde el lunes pasado, un amplio operativo de múltiples brigadas de la CAASD realizaron limpieza y desatasco de las cañadas intervenidas en sectores de Los Ríos, Guajimía, Los Girasoles, Arroyo Manzano, Villa Emilia, Marañón y Peralejos para evitar su desbordamiento, y también se limpiaron los registros de los parques Cristo Park y Sabana Park.
La República Dominicana salió casi indemne del paso del huracán Beryl, cuyo principal efecto fue el fuerte oleaje que azotó el litoral caribeño.
Aunque el fenómeno ya se alejó del territorio nacional, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) mantiene 17 provincias en alerta verde por las posibles crecidas de ríos, arroyos y cañadas, así como inundaciones repentinas, y siguen vigentes las restricciones a la navegación en la costa caribeña.
El primer huracán de la temporada atlántica se mantiene como un temible sistema con vientos máximos sostenidos de 225 kilómetros por hora (140 millas por hora), según el más reciente boletín del NHC, con sede en Miami (Florida), que lo sitúa a 70 kilómetros (45 millas) al sur de Kingston (Jamaica) y a 225 kilómetros (140 millas) al este sureste de Gran Caimán.