¿Cuáles trabajos son para hombres y cuáles deberían realizar las mujeres? Esta pregunta se la hacen muchas féminas que, debido a situaciones de la vida o elección propia, han tenido que elegir un camino muy diferente al que la sociedad impone.
A pesar de estar en pleno siglo XXI, hay personas que se sorprenden cuando escuchan a una dama decir que es policía, bombero, ebanista, mecánica u otra profesión que durante mucho tiempo eran exclusivas para el hombre.
En el Cuartel General de los Bomberos de Santo Domingo Oeste, ubicado en la Zona Industrial de Herrera, hay una unidad compuesta por 5 mujeres que cada día dan lo mejor de sí para ayudar a los más necesitados.
La integran Natividad Contreras, Jennifer Cubilette, Jaqueline Ortiz y las doctoras Vanessa Brand y Elizabeth García.
El cuartel está en funcionamiento desde octubre del 2002 y, actualmente, el Intendente general es el coronel Gregorio Nicolás Candelario. En este lugar hay 46 trabajadores permanentes y 68 voluntarios
Natividad Contreras
La primer teniente Natividad Contreras forma parte del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Oeste desde hace cinco años, y califica su trabajo como algo “heroico”.
Relata que su mayor satisfacción a la hora de llegar a un incendio es saber que ayudará a los demás.
Es una fiel creyente de que en el ámbito laboral las mujeres pueden dar más de lo que les permite la sociedad.
Al preguntarle sobre alguna experiencia que la haya marcado, cuenta que en su primer servicio vio morir a un hombre aplastado por un ascensor, pero que, a pesar de esto, no cambiaría ser bombero por ninguna otra profesión.
«Lo m£s dificil fue al principio cuando salí a una emergencia mientras trabajaba en el departamento técnico y nos llamaron para un evento; y me marcó, por par de semanas, ver a una persona aplastada con un asecensor. De vez en cuando pensaba en los familiares y en la persona que murio. El señor era encargado de planta de una empresa aquí en SDO», indicó.
La pasión y el amor que pone Natividad en cada servicio se debe a que ayudar a los demás corre por sus venas, ya que, según cuenta a De Ultimo Minuto, algunos de sus familiares se dedicaban a este oficio.
Contreras tiene dos niñas que expresan cada día lo orgullosas que se sienten de que su madre aporte un granito de arena a la sociedad.
Jennifer Cubilette
“Yo sentía esto desde niña”, así respondió la sargento mayor Jennifer Cubilette, quien también es secretaria de la guardia voluntaria, al conversar con De Último Minuto.
Para Cubilette, formar parte de esta institución es maravilloso, ya que le permite dar un poco más de sí misma y ayudar a la sociedad.
A pesar de que Jennifer dice que no cambiaría ser bombero por otra profesión, cuenta que lo más difícil es tener que amanecer en el cuartel y dejar a sus hijos en casa.
Al contar una de las anécdotas que más la han marcado durante todo este tiempo, relató que en una ocasión estaba con su hijo cuando la llamaron para acudir a un servicio y al preguntarle si quería irse a casa, el niño le dijo que quería acompañarla al servicio. “Me preocupé, pero no tenía miedo porque él no estaba tan cerca del siniestro”.
Cuando no está apagando fuego, Jennifer, por medio de la decoración de interiores, llena de vida los espacios de muchas familias.
Jaqueline Ortiz
Siendo la más adulta de esta estación, durante 18 años la teniente coronel Jaqueline Ortiz ha tenido bajo su mando hasta 40 hombres.
“Desde que entré aquí no volví a salir. Nací para hacer esto”, asegura.
A pesar de que se define como una mujer fuerte y “poco femenina”, una de las tragedias que más la marcó fue cuando, al acudir a un incendio, encontró a dos niños calcinados debajo de un colchón.
La adrenalina y la humanidad que caracteriza este oficio es lo que mueve cada día a Ortiz a salir de su casa y dar el 100% para brindar esperanza a los afectados en los siniestros
Natividad Contreras, Jennifer Cubilette y Jaqueline Ortiz tienen algo en común además de ser mujeres, y es que la fuerza para luchar proviene de sus hijos, quienes, por medio de mensajes, llamadas o al acompañarlas a algunos servicios, expresan lo orgullosos que están de sus madres, que, sin importar el riesgo, salvan la vida de los demás poniendo la suya en peligro.
