Una estadounidense ha sido acusada de poner en peligro a su hijo de 13 años, después de que lo llevara a hacerse una prueba de covid-19 metido en maletero de su vehículo, informan medios locales.
El pasado 3 de enero, Sarah Beam, maestra de secundaria de 41 años, llevó a su hijo hasta el Pridgeon Stadium, en Houston (Texas, EE.UU.), para que le hicieran una prueba de coronavirus, pues había dado positivo y querían confirmar el resultado.
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Una vez allí informó a un empleado que el niño estaba en el maletero del vehículo, porque ella no quería contagiarse.
El funcionario de sanidad le pidió a Beam que abriera el maletero y le dijo que solo le haría la prueba en el asiento trasero del coche.
Al final, el chico se sentó en el vehículo, después lo cual el funcionario llamó a la Policía local.
El miércoles, el Tribunal de Distrito del Condado de Harris emitió una orden de detención contra la madre.