En los últimos meses, las uñas con efecto ojo de gato se han convertido en una de las tendencias más populares en manicura, gracias a sus destellos magnéticos y acabado futurista. Sin embargo, este tipo de esmalte puede representar un inconveniente médico al momento de someterse a una resonancia magnética (RM).
Especialistas en imágenes médicas explican que el efecto ojo de gato se obtiene mediante pigmentos ferromagnéticos que reaccionan a un imán durante la aplicación del esmalte. El problema surge porque la resonancia magnética utiliza campos magnéticos muy potentes, lo que puede generar riesgos durante el examen.
De acuerdo con expertos, los pigmentos ferromagnéticos pueden calentarse durante el procedimiento, lo que en casos poco frecuentes podría provocar quemaduras en la piel. Además, estos materiales pueden afectar la calidad de las imágenes, especialmente si se encuentran cerca del área que se está evaluando.
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Aunque no se trata de una situación común, las quemaduras representan la principal preocupación, ya que en ocasiones la lesión no se evidencia de inmediato, sino después de concluido el estudio. Por esta razón, muchos centros de diagnóstico prefieren evitar realizar la RM cuando el paciente lleva esmaltes o maquillaje con partículas metálicas.
Algunas instituciones continúan con el procedimiento bajo protocolos específicos si consideran que el riesgo es bajo. No obstante, la recomendación general es retirar el esmalte antes de la cita, como medida preventiva.
En casos de emergencia, se aconseja informar al personal técnico si no es posible quitar el esmalte, para que el equipo médico evalúe si el estudio puede realizarse de forma segura. Aun así, los especialistas coinciden en que prevenir siempre será la mejor opción para proteger la salud y evitar retrasos en el diagnóstico.







