Es penoso que aún en el avance del siglo XXI se esté debatiendo con timidez la posibilidad de presentar la inclusión de la materia de educación sexual en las escuelas y colegios de nuestro país.
La falta de orientación de actividades biológicas y comunes del ser humano, entre los adolescentes y jóvenes dominicanos, ha sido la mayor causa de rebeldía sexual y a la vez de embarazos entre menores de edad que nunca en sus clases, grupos religiosos, recreativos, deportivos y sociales les enseñaron las cosas que se debe, no se deben o cómo se deben hacer.
Las familias, los adolescentes, los jóvenes y padres han demostrado estar de acuerdo con este tipo de información, la cual busca prevenir y no acelerar las relaciones sexuales, como quizás algunos dicen, y la posibilidad de aprender esto, está demostrado en diversos estudios y encuestas que durante la última década se han realizado en todo el país.
No se trata de ideología de género, eso es otra cosa, hablamos de poder enseñar y aprender qué es el sexo, por qué es el sexo, cómo tener sexo de forma responsable, segura, y qué no se debe hacer al practicarlo. Así lo solicitó la mayoría de los lectores y público de De Último Minuto que fueron cuestionados, y ya es hora de que nuestras autoridades piensen en el pueblo y no en los conservadores y religiosos desfasados.