Santo Domingo. – El hijo mayor fruto de la unión matrimonial de Hipólito Mejía y doña Rosa, Ramón Felipe, en el discurso de despedida a su adorada madre, resaltó los valores que ella les inculcó y dedico unas palabras de aliento a su padre.
«Papá no te dejaremos solo, pero conociendo tu madera y tu estirpe, tú tampoco nos dejarás solo a nosotros», pronunció Ramón en la misa de cuerpo presente en honor a su madre.
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Dijo que doña Rosa, tanto a él como a sus hermanos, les enseñó a vivir sin estigmas sociales.
«Se arropaba y nos enseñó a arroparnos hasta donde las sábanas nos daban, esa era su regla, nos quitó el estigma social», manifestó.
Ramón Hipólito destacó que su progenitora tuvo dos grandes amores, «ese hombre, mi padre Hipólito Mejía, y su familia».
«Mi madre tenía la magia de saber sentir a cada quien, a cada ser humano en un ser especial; Mamá era la amiga de todos los familiares», dijo Ramón.
El primogénito relató que cómo cosas de la vida, no sé por qué razón hace unos días aconteció, que su madre expresó su anhelo en que cuando falleciera la enterraran debajo de una mata.
«Es muy simple. Cuando vine ahora, es Gurabo, es Jacagua, este es su campo. Ella creció en esto. Quiso descansar aquí», sostuvo.
