El 66 % de las personas LGBTIQ en España han sido ridiculizados, molestados, insultados o amenazados durante su paso por la escuela debido a su orientación sexual o su identidad de género, según un sondeo que publicado por la Unión Europea y que alerta de que el acoso escolar ha crecido en los últimos años.
Esa es una de las cifras más preocupantes del estudio ‘La igualdad de las personas LGBTIQ ante una encrucijada: avances y retos’, realizado por la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE sobre una encuesta a más de 100.000 personas de los 27 países comunitarios, más Albania, Macedonia del Norte y Serbia.
El sondeo realizado el año pasado en España revela un enorme aumento en el acoso escolar, con un 49 % de encuestados que declararon haber sufrido estas situaciones, en comparación con una encuesta similar de 2019; en el contexto europeo, la media comunitaria también experimentó un incremento significativo, pasando del 46 % al 67 %.
El informe de la FRA refleja una situación paradójica. Por un lado, crece el número de centros educativos en la UE donde se trata más y de manera más positiva la realidad de los LGBTIQ, y más jóvenes muestran abiertamente su orientación sexual o su identidad de género.
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La FRA señala que el 56 % de los estudiantes LGBTIQ en España esconden sus preferencias sexuales o su identidad de género en el colegio, siete puntos más que en la media de la UE; sin embargo, más personas LGBTIQ se muestran ahora abiertas sobre su orientación, con un 52 % en comparación con el 46 % en 2019.
Pavlou expresó que esa actitud, especialmente entre los más jóvenes, conlleva una mayor exposición a la violencia y el acoso; en España, el 39 % de las personas LGBTIQ sigue evitando tomar de la mano en público a su pareja por miedo a ser atacado, en contraste con la media comunitaria del 53 %.
Los elevados niveles de acoso tienen que ver, sobre todo, con campañas de odio y acoso en las redes sociales, muchas veces organizadas desde países como Rusia, en las que se habla de «propaganda LGBTIQ» o «ideología de género» o se asegura que esa comunidad es una amenaza para los «valores tradicionales» o la vincula con enfermedades mentales.
«El discurso del odio dirigido a los jóvenes aísla a algunos de los miembros más vulnerables de nuestra sociedad», denuncia la FRA en su informe, en el que alerta de que un tercio de los encuestados ha tenido pensamientos suicidas, un porcentaje aún mayor entre los trans e intersexuales.
En general, el informe detecta una reducción de los niveles de discriminación entre los sondeos de 2019 y 2023, aunque esa progresión positiva no beneficia tanto a las personas trans o intersexuales.
En España, el porcentaje de encuestados que asegura haberse sentido discriminado al menos en un área de su vida ha bajado del 42 % al 37 %, una reducción similar a la media comunitaria; no obstante, la FRA alerta de un aumento de las personas LGBTIQ que aseguran haber sufrido ataques físicos, pasando del 8 % al 12 % en España y del 11 % al 14 % en el conjunto de Europa.
De hecho, el 75 % de los encuestados en España afirma que la violencia contra gays, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales ha aumentado. La media en la UE que así lo piensa es del 59 %.
Los LGBTIQ que viven en España creen en un mayor porcentaje que la media europea (66 % frente al 53 %) que los prejuicios y la intolerancia contra ellos han crecido en los últimos cinco años; a pesar de esto, es positivo que el 58 % considera que el Gobierno combate efectivamente estos prejuicios y la intolerancia, en contraste con solo el 26 % en la media de la UE.
Pese a eso, el porcentaje de personas que denuncia crímenes de odio es solo del 14 % en España (11 % en la UE), una cifra que se explica por la poca confianza en la Policía; de hecho, una de las recomendaciones de la FRA para lograr la igualdad de los LGBTIQ es proporcionar más formación policial para asegurar que las víctimas se sientan seguras al denunciar y reciban un trato justo.