Beirut.- El número de muertos por los choques que estallaron la madrugada del lunes entre las fuerzas kurdas y combatientes locales en la provincia oriental siria de Deir al Zur ha aumentado a 25, apenas dos semanas después de otra oleada de violencia en la zona, informó hoy el Observatorio de Derechos Humanos.
La mayoría de las bajas, 21, se produjeron en las filas de un grupo de combatientes locales que ayer se «infiltraron» en la localidad de Dhiban, desatando enfrentamientos con la alianza armada liderada por los kurdos de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), afirmó la organización en un comunicado.
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Los combates y ataques de artillería que surgieron a raíz de la operación también causaron la muerte de tres miembros de las FSD y de una civil, según el último recuento ofrecido por el Observatorio, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Además, otras 42 personas resultaron heridas, entre ellas cuatro civiles que fueron alcanzados por artillería de las tropas gubernamentales sirias, desplegadas cerca de Dhiban y que habrían proporcionado apoyo a los combatientes locales, de acuerdo con la versión de las FSD.
La alianza liderada por kurdos anunció hoy en un escueto comunicado que ya han logrado expulsar de Dhiban a «los hombres armados prorégimen» que se habían «infiltrado» en la localidad desde Al Mayadín, una ciudad de Deir al Zur en manos de las fuerzas leales a Damasco y sus aliados iraníes.
Pese a que las FSD insisten en vincular los desarrollos solo a militantes afiliados al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, estos parecen ser una extensión de un reciente levantamiento árabe contra la alianza en esa provincia y durante el que ya habían ofrecido información sesgada.
A finales del pasado agosto, miembros de tribus árabes se enzarzaron en fuertes enfrentamientos con las FSD después de que estas detuviesen al líder de su aliado de mayoría árabe Consejo Militar de Deir al Zur, desatando la ira de las poblaciones favorables al alto mando.
Ese estallido de violencia, que se prolongó durante casi dos semanas, se saldó con la muerte de cerca de un centenar de personas y provocó el desplazamiento de unas 6.500 familias a áreas controladas por el Gobierno sirio, según datos de la ONU.
El río Éufrates divide a grandes rasgos Deir al Zur en dos grandes áreas de influencia: una en manos de las Fuerzas de Siria Democrática, con presencia de sus aliados estadounidenses, y otra controlada por Damasco, además de las milicias a las que apoya.
