lunes, abril 29, 2024

Un voto de confianza para Gustavo Petro

Gustavo Petro ha ganado unas reñidas elecciones en Colombia. En una segunda vuelta, que se celebró el 19 de junio, su rival Rodolfo Hernández aceptó la derrota como un caballero al ver los resultados y se abrió un nuevo capítulo en la democracia de Colombia, protagonizada esta vez por un político con tendencias de izquierda.

Las propuestas de Petro son muchas y novedosas para Colombia y se pueden resumir en dos cosas, paz y justicia social. Petro busca el consenso dentro de las fronteras colombianas con el liderazgo político del país que ahora está en la oposición, pero así mismo buscando el consenso más allá de las fronteras colombianas al mostrar un intenso deseo por mejorar las relaciones con Venezuela.

Así mismo ha dado indicios de buscar una economía más humanista para Colombia, es decir, una economía que trabaje con las desigualdades sociales, un reto muy difícil que tendrá que ir con un plan detallado, pero flexible, para hacer cambios sobre la marcha y crear el estado de bienestar que tanto desean los colombianos, pero en el proceso tendrá que luchar contra el institucionalismo del país, la crisis del momento, una mayoría del Congreso en su contra y la incertidumbre de la izquierda gobernando por primera vez en Colombia para llegar al estado de bienestar social que  prometió.

Sus planes son bastante interesantes desde lo económico, lo político y lo social. Merecen ser estudiados y ver cómo se ponen en marcha una vez tome posesión oficialmente, pero lo más notorio de Gustavo Petro es su actitud como  nuevo presidente de Colombia y referente para la izquierda en la región.

Digo lo anterior, porque Petro muestra aplomo y consciencia en cuanto al reto que significa manejar un país. Está consciente de qué le pasaría a Colombia si fracasa, y tiene claro que su posición como político va más allá de su ideología. Uno de los problemas de los líderes de  izquierda  es que muchas veces creen que su ideología es suficiente para mantener una nación en buen estado. Si bien la izquierda, como ideología política, es un referente para satisfacer las demandas sociales, muchas veces se queda corta en otros aspectos de manejar una nación. En cada entrevista que veo, creo que Petro está consciente de esto y pretende no cometer el mismo error al dirigir los destinos del pueblo colombiano, él sabe que el pueblo está ansioso por buenos resultados y todos los ojos están sobre él.

El buscar consenso, aún con rivales políticos o ideológicos como Rodolfo Hernández y Álvaro Uribe, su tendencia hacia la paz a un país como  Colombia, donde la guerra le ha dado tantos momentos amargos y su consciencia en buscar ser un buen presidente más que un buen referente ideológico, son buenas señales de que hay que darle un voto de confianza a Gustavo Petro. El tiempo y el pueblo colombiano dirán más adelante si este voto fue acertado o no, pero definitivamente está dando buenos indicios, y por lo general lo que empieza bien, bien termina.

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