Santo Domingo.- El analista y comentarista político Yovanny Díaz, consideró este lunes, que la feria de vehículos que realizó el Banreservas y que concluyó de manera exitosa, debería extenderse, luego de que la población del Gran Santo Domingo quedara en conmoción por las torrenciales lluvias, que ninguna entidad relacionada a la materia pudo pronosticar.
Destacó que las lluvias provocaron inundaciones en varias zonas de la capital dominicana y la provincia Santo Domingo, causando pérdidas humanas y pérdidas materiales ya que decenas de vehículos nuevos y usados quedaron bajo el agua, y en algunos casos fueron arrastrados por las corrientes hacia los ríos y cañadas aledañas.
«Yo soy de opinión de que la feria de vehículos del Banreservas, que exitosamente concluyó hace una semana y algo, eso tiene que ser extendido, la feria de vehículos en las mismas condiciones. No se puede extender para todo el mundo Yovanny… vamos a darle eso a los 800 o mil y algo de vehículos que se inundaron. Muéstrame que tu tuviste esta condición y ven aquí, que aquí tu tienes una extensión de feria, para comprar un nuevo, para un viejo, para el que tu quieres, ven que tienes condiciones de feria, para que salgas de ese vehículo», manifestó Díaz durante su intervención en el programa “Politikal”, del portal De Último Minuto.
Dijo que la mayoría de vehículos que se inundaron, son de personas de la clase media y que en su mayoría este es el medio de producir su sustento, con eso trabaja, con eso paga el combustible y que son económicamente productivas.
Sugirió que el Banreservas puede darle el empujón a los afectados, sobre todo con el tema de los vehículos.
Agregó que en el próximo mes de diciembre, la economía tiene un gran movimiento y que es la oportunidad de socorrer a los pequeños negocios golpeados por las lluvias, personas que ahora buscan recoger dinero para levantarlos y activar sus negocios para Navidad.
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El pasado viernes se registraron fuertes precipitaciones sobre el Distrito Nacional, las cuales provocaron graves inundaciones de calles y avenidas, así como el desborde de cañadas.
Dichas precipitaciones fueron provocadas por una onda tropical, cuyos campos nubosos se estacionaron sobre la capital, provocando aguaceros durante unas cuatro horas.
Las calles se inundaron y la corriente de agua arrastró a varias personas hacia cañadas que desembocan en el río Isabela, uno de los principales afluentes de la capital.
Los daños materiales causados por la anegación fueron cuantiosos, ya que decenas de vehículos y viviendas quedaron bajo el agua en sectores residenciales.