Los Ángeles (EE.UU.).- Más de una década después de su debut y con una decena de películas a sus espaldas encarnando a Thor, Chris Hemsworth regresa con la versión más surrealista de Marvel en «Thor: Love and Thunder», aunque el actor confiesa que cada vez que lo interpreta está convencido de que no lo volverán a llamar.
«Cada vez que me llaman para hacer el personaje estoy agradecido. Siempre que lo interpreto creo que será la última vez y que Marvel no me querrá de vuelta», reconoce antes del estreno, este viernes, de la cuarta película sobre el vikingo más famoso de la franquicia de superhéroes.
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Ni siquiera ser uno de los últimos vengadores que resisten en la gran pantalla -tras el adiós de Iron Man, Capitán América y Viuda Negra- da tranquilidad a Hemsworth, cuya carrera cinematográfica está estrechamente ligada a su fichaje por la factoría Marvel en 2011.
«La primera vez fue intimidante, no sabía si pertenecía a este universo», recuerda.
Se adiestra al personaje
Desde entonces, el actor australiano ha ido haciendo suyo el personaje de Thor, un insípido vikingo de físico escultural y vinculado con la mitología griega, hasta convertirlo en un héroe cuya crisis existencial le lleva a tomar decisiones erróneas y alejarse de la gente que quiere.
«Thor: Love and Thunder», la cuarta película en solitario centrada en el personaje, explota esta debacle emocional como ninguna otra entrega previa para ofrecer la versión de Marvel más surrealista y arriesgada hasta la fecha.
«Grabamos como siete u ocho horas de película con mucha improvisación -repasa Hemsworth-. Pero gracias al ingenio y la maestría de Taika Waititi luego se consiguió montar una historia coherente y con mensaje».
Después de dar un giro de 180 grados a la saga con «Thor: Ragnarok» (2017), el cineasta Taika Waititi vuelve a imprimir su sello en una continuación que no se toma muy en serio la épica propia de los superhéroes y se centra, en clave de humor, en la búsqueda de equilibrio emocional de su protagonista.
En «Thor: Love and Thunder», el personaje arrastra el dolor de las penas que ha sufrido en las últimas misiones y se embarca en un viaje con los Guardianes de la Galaxia (Chris Pratt, Dave Bautista y Vin Diesel también figuran en la cinta) con resultados inesperados.
Natalie Portman regresa a Marvel
El más impredecible es el encuentro de Thor con su gran amor, la astrofísica Jane Foster, en plena misión y tras «8 años, 7 meses y 6 días», según recuerda el protagonista.
Ni siquiera la propia Natalie Portman esperaba volver a encarnarla cuando en 2016 aseguraba que su trabajo en la franquicia «había terminado».
Sobre la nueva película
Para la nueva película, Waititi ha transformado a Foster en Mighty Thor, quien apareció en los cómics originales hace más de 50 años como una versión femenina de Thor que comparte sus poderes y se apropia de su famoso martillo.
Así, el periplo de Thor deviene en una comedia romántica con guiños ochenteros, cargada de ironía y a ritmo de heavy metal en la que la pareja y el resto de acompañantes deben arreglar sus diferencias mientras combaten a Gorr un villano conocido como el Carnicero de los Dioses, dispuesto a no dejar ni una deidad viva en el mundo.
«Todo lo que Thor hace tiene que ver con las experiencias y los traumas que ha vivido en el pasado», apunta Hemsworth.
Barroquismo, paisajes disparatados y estética kitsch envuelven un filme que demuestran que Thor, bajo la batuta de Waititi y la experiencia de Hemsworth, es uno de los superhéroes más complejos y carismáticos de Marvel.
Un tono propio que ha logrado que el personaje sea el único integrante de los «Avengers» que vuelve a tener su propio largometraje en una etapa actualmente dominada por «Spider-Man», «Doctor Strange» y experimentos como «Eternals».
«No sé qué pretenden Disney y Marvel, pero si deciden volver a contar conmigo, yo estaré feliz de regresar. Ha sido muy divertido», zanja el actor.