Sao Paulo.- El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva admitió este domingo que hubo corrupción en Petrobras, pero aseguró que todo se descubrió por la transparencia de su Gobierno, durante el primer debate celebrado este domingo en Brasil, con miras a la segunda vuelta de las presidenciales.
Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, permaneció cerca de 600 días en la prisión acusado de corrupción, condenas que la Justicia anuló por un tema de procedimiento.
«Si hubo corrupción, se capturó al ladrón que robó y acabó. Si se arrestó es porque hubo investigación. No había secreto. Todo era transparente», enfatizó el exsindicalista.
El tema fue sacado a relucir por el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, que aspira a la reelección, durante el tercer bloque del debate televisivo organizado por la Band y otros medios de comunicación.
En el debate, que enfrentó por primera vez al actual mandatario y al exsindicalista, Lula criticó el cierre de empresas que resultó de todos los procesos que se dieron por las corruptelas de Petrobras, porque «acabó con millones de empleos».
«No dije que no hubo robo», afirmó Lula.
«Lo que dije es que para combatir la corrupción no era necesario cerrar las empresas», agregó.
Lula señaló que la transparencia que existió en su gobierno permitió adelantar las investigaciones que terminaron en la captura de quienes participaron en las irregularidades.
Asimismo, indicó que la capitalización de Petrobras durante sus mandatos «fue la mayor» en el mundo y permitió al país «ser autosuficientes» en petróleo.
La situación llegó a ponerse tensa en un momento con miradas irónicas y silencios profundos que terminaron en nuevos cuestionamientos sobre la honestidad de sus gestiones.
El líder ultraderechista dijo que durante los mandatos del progresista el país vivía en una «cleptocracia», «en un país comandado por ladrones», mientras que Lula recordó que Brasil no quiere que lo gobierne alguien que compró «51 inmuebles con dinero en efectivo» que desvió dinero de funcionarios de su Gabinete.
A dos semanas del balotaje, el último sondeo electoral divulgado el viernes por la firma Datafolha coloca a Lula con el 49 % de la intención de voto frente a un 44 % de Bolsonaro, un resultado que prácticamente refleja la votación de los dos candidatos en la primera vuelta.