Londres.- El príncipe Enrique (Harry) sostuvo este martes que las acciones «perversas» acometidas por los tabloides británicos para obtener exclusivas le generaron «paranoia» y «desconfianza» y tuvieron un impacto en «todas las parcelas» de su vida, desde la seguridad hasta las relaciones.
El duque de Sussex, de 38 años, compareció hoy como testigo ante el Tribunal Superior de Londres en el caso abierto contra el grupo Mirror Group Newspapers (MGN), acusado de haber incurrido en prácticas dudosas como la interceptación ilegal de teléfonos para generar información y vender periódicos.
El hijo menor del rey Carlos III ha respondido a las preguntas del abogado defensor de MGN, Andrew Green, al tiempo que se divulgaba en el Reino Unido su declaración de testigo, un documento escrito con los puntos abordados durante esta vista.
El príncipe, que reside actualmente en Estados Unidos con su esposa y sus dos hijos pequeños, dijo que las historias aireadas -recabadas gracias a escuchas ilegales- no solo ocasionaron problemas de seguridad sino que también dañaron relaciones personales.
«Diría que las acciones (de estos medios) afectaron todas las áreas de mi vida, generando muchísima paranoia en mis relaciones pues desconfiaba de todo el mundo cuyo nombre figurara en el artículo, fueran (el ex empleado de caballerizas de la Casa Real) Mark Dyer, (su ex nanny) Tiggy o su hermano, por ejemplo», dijo.
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Lamenta asimismo que «sentía que no podía confiar en nadie, lo cual es una sensación horrible especialmente cuando eres tan joven» y señala que siempre había escuchado a la gente referirse a su madre, la fallecida Lady Di, como «paranoica» pero que «no lo era, tenía miedo de lo que le estaba ocurriendo y ahora yo sé que me pasaba lo mismo».
Con relación a Diana, reconoció que haber averiguado que se efectuaron más de 8 pagos a investigadores privados sobre ella, le hacen sentir «físicamente enfermo».