La vicepresidenta y ministra de la Igualdad de Colombia, Francia Márquez, publicó un comunicado este jueves en el que denuncia amenazas contra su vida y la de su familia debido a sus denuncias sobre corrupción. En su mensaje, asegura que las amenazas no están basadas en argumentos, sino en intimidaciones personales. Sin embargo, mantiene firme su postura y afirma: “No me callarán.”
El comunicado no especifica las denuncias de corrupción a las que hace referencia ni confirma los rumores de que el presidente Gustavo Petro le pediría su salida del Ministerio. No obstante, Márquez aclara que su compromiso con Colombia no depende de estar en un ministerio y deja abierta la posibilidad de un cambio: “Mi compromiso con Colombia no termina por estar dentro o fuera de un ministerio.”
En su mensaje, la vicepresidenta destaca algunos logros de su gestión, como el programa Jóvenes en Paz (para evitar que los adolescentes se vinculen con grupos armados), la línea 155 Salvia (para atender a mujeres víctimas de violencia de género) y los avances en el programa Hambre Cero (contra la desnutrición). No obstante, menciona que el Ministerio de Igualdad no ha recibido el apoyo necesario, señalando: “Cuando el compromiso no viene acompañado de las herramientas necesarias, el camino se vuelve más difícil.”
Francia Márquez, conocida activista de izquierda, también criticó públicamente al presidente Petro hace tres semanas por la inclusión de Armando Benedetti en su gobierno. Márquez expresó su preocupación por la designación de Benedetti, insinuando que podría estar relacionada con un intento de chantaje político. En su carta, la vicepresidenta advierte que cuando el gobierno cede ante presiones de quienes operan en las sombras, “es el país entero el que termina pagando el precio.”
Además de las tensiones políticas, Márquez ha enfrentado varios escándalos personales. En las últimas semanas, su viceministro de Pueblos Étnicos y Campesinos, Nelson Lemus Cruz, fue acusado de acoso sexual, lo que llevó al presidente a pedir su renuncia. También, su jefe de seguridad, Jhon Ruiz, fue señalado de acoso sexual por dos mujeres, y su aliado Daniel Garcés Carabalí, embajador en Ghana, fue acusado de violencia intrafamiliar. Todos los involucrados han negado las acusaciones.
Aunque no menciona estos casos en su carta, Márquez afirma que las amenazas y los intentos de vincularla a escándalos son maniobras políticas para dañar su imagen. A pesar de ello, concluye con un mensaje de resistencia: “No me rendiré. Porque el cambio que prometimos no será frenado por el miedo.”