La afirmación de que el dominicano es “buena paga”, es cierta, y así lo confirman las estadísticas del sistema bancario dominicano a través del índice de morosidad, el cual se mantiene relativamente bajo, no obstante, desde 2023 viene subiendo ligeramente, especialmente en las tarjetas de crédito.
Durante el año de 2024, el indicador de morosidad de la banca dominicana, que mide el incumplimiento de las obligaciones de los usuarios del sistema financiero, en los plazos acordados, muestra un ligero incremento de +0.5 punto porcentual comparado con el 2023.
Asimismo, la cartera vencida, el conjunto de deudas o créditos que no se han pagado en la fecha acordada, continuó evidenciando una tendencia al alza durante el último año, finalizando con DOP33,705 millones, para un incremento de RD$11,634 millones (+52.7%) más que el mismo periodo del año pasado.
Al evaluar la morosidad por cartera, en las tarjetas de crédito la morosidad alcanzó 5.0 puntos porcentuales, para un incremento absoluto de +1.47 puntos porcentuales desde el nivel mínimo histórico alcanzado en mayo 2022, según datos del “Informe Anual de Desempeño del Sistema Financiero a Diciembre de 2024”, realizado por la Superintendencia de Bancos.
“Desde 2023 se observa una tendencia creciente en todos los tipos de cartera, especialmente tarjetas de crédito”, cita el informe.
El índice de morosidad cerró el año 2024 en 1.6%, permaneciendo aún en niveles históricamente bajos, mientras que la morosidad estresada del sistema, que mide la cartera de créditos vencidos, en cobranza judicial, y otros factores que pueden indicar riesgos en la cartera de crédito, se situó en 7.12%, 0.42 puntos porcentuales por encima del año anterior.
Por tipo de entidad, los bancos múltiples presentan la menor morosidad (1.5%), seguido por las asociaciones de ahorros y préstamos (1.7%), los bancos de ahorro y crédito (2.2%) y las corporaciones de créditos (2.7%).
El ratio de incumplimiento, el cual mide la proporción del balance de deuda en cumplimiento que pasa a estatus de default en un horizonte de 12 meses, alcanzó un máximo de 10.4% durante la pandemia, pero al cierre de 2024 disminuyó a niveles cercanos a la prepandemia.