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Santo Domingo. — FashionLab es una plataforma comercial dominicana dedicada a llevar la moda local a escenarios internacionales con una estrategia que combina diplomacia, creatividad y visión empresarial. Bajo el liderazgo de Jackie Camargo, este proyecto se ha convertido en un puente entre diseñadores emergentes y vitrinas globales, posicionando al país más allá del turismo tradicional y abriendo espacio para la moda como expresión de identidad y herramienta de desarrollo.
Desde su creación, FashionLab ha acompañado a marcas dominicanas en su proceso de internacionalización, brindando asesoría en curaduría de colecciones, gestión logística, cumplimiento de estándares globales y relaciones comerciales. En menos de un año, ya ha conquistado mercados en México, Colombia y Panamá, y para 2026 proyecta su llegada a Estados Unidos, El Salvador y nuevas alianzas con embajadas, ferias y ministerios de cultura.
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“El objetivo no es solo desfilar, sino negociar, posicionar y mantener relaciones comerciales sostenibles. Desde FashionLab guiamos a los creativos paso a paso para que puedan competir en el mercado global”, explica Jackie, directora y fundadora del proyecto.
Colombiana de nacimiento y dominicana por elección, Jackie llegó al país en 1996 y desarrolló parte de su carrera en misiones diplomáticas. Allí entendió que la moda, como el arte o la arquitectura, también puede ser política exterior. “Mi rol era de enlace. Ahora sigo enlazando, pero entre talento dominicano y vitrinas del mundo”, afirma.
Acompañada por su socia y directora creativa, Ariadna Sánchez, Jackie reorientó su idea original centrada en eventos locales hacia una plataforma de exportación cultural y comercial. El resultado ha sido una propuesta integral que no solo impulsa la visibilidad, sino también la capacidad de gestión de los diseñadores dominicanos en el exterior.
Moda con identidad y proyección global
FashionLab trabaja con un portafolio de diseñadores como Oriett Domenech, Jusef Sánchez, Angie Polanco y Versa by Mariu Jones, apostando por mostrar que la moda dominicana trasciende el beachwear. “Lo que buscan afuera es autenticidad, y nosotros tenemos de sobra”, asegura Jackie.
Parte esencial del proyecto es demostrar que República Dominicana puede competir en categorías como la alta costura, el prêt-à-porter urbano y los accesorios con ADN local. Para lograrlo, FashionLab actúa como acompañante estratégico en cada etapa: desde la producción visual hasta la presentación ante compradores internacionales.
Turismo de moda y desarrollo
Jackie también visualiza la moda como un motor para el turismo y la Marca País. Uno de sus planes más ambiciosos es la creación del Dominican Designer Beach Lounge, un espacio donde se integren experiencias de playa, diseño local, gastronomía y arte. “Cada turista que se lleva una pieza se convierte en embajador cultural del país. Ese es el inicio del turismo de moda”, afirma.
En sus eventos, el larimar convive con el cacao, el lino con los cigarros, y la moda se transforma en narrativa. Es un enfoque que une creatividad, sostenibilidad y estrategia comercial bajo una misma plataforma.
FashionLab continúa creciendo con el objetivo de establecerse como epicentro de conexiones entre diseñadores, marcas, sectores productivos e instituciones. Jackie sueña con una República Dominicana donde la moda tenga acuerdos comerciales que favorezcan su exportación, y donde la creatividad local se vea representada en vitrinas internacionales sin barreras.
