Santo Domingo.- Varios intérpretes de la música urbana y otros géneros, además de estar en la cima del éxito por el apoyo que el público les ha brindado a través de sus canciones, también están en el ojo público por asuntos legales y una que otra demanda.
Uno de ellos es el artista urbano dominicano, Ángel Rosario “Ángel Dior”, quien recibió un documento el pasado martes, por parte de la empresa Parfums Christian Dior (PCD), donde se le dio al intérprete del dembow “Piropi” un plazo de 10 días hábiles para cesar el uso del nombre de la marca Christian Dior.
Rosario, había mencionado anteriormente que eligió su nombre artístico porque le gusta esta marca para vestir, sin imaginarse, tal vez, que luego no tendría el derecho para continuar haciéndose paso al mundo artístico con un sello distintivo ya registrado.
Este no es el primer y único artista dominicano que se ve involucrado en temas de nombres.
El salsero dominicano Carlos David Amparo, conocido como “David Kada”, luego de romper relaciones comerciales con Charles Alberto Domínguez Martínez de la firma A.R. Entertainment Records, SRL, recibió una demanda donde se le especificaba al salsero no poder usar el nombre de “David Kada” para seguir cantando.
El artista tuvo que llegar a establecer pactos económicos para volver a cantar con su nombre artístico.
Pero, no siempre son los famosos que reciben las demandas, en muchas ocasiones sucede lo contrario.
Como fue el caso de la compañía de ropa y la marca de belleza spin-off Riley Rose, (Forever 21), la compañía recibió una demanda en el 2019 por parte de la cantante Ariana Grande, donde la artista alega que “robaron” el nombre, imagen y propiedad intelectual de la cantante “para promocionar sus marcas gratis”, usando una “modelo similar”.
El equipo legal de Ariana, expresó en la demanda que la compañía busco llevar a cabo un contrato de patrocinio con la intérprete de “7 rings” pero la solicitud fue «explícitamente rechazada debido a la falta de voluntad de Forever 21 de pagar el valor justo de mercado por una celebridad de la estatura de la señorita Grande».
La canción «Wanna be starting something» parte de uno de los álbumes más exitosos de la historia del pop, del inolvidable Michael Jackson, poco después de la salida al mercado, el saxofonista y cantante camerunés Manu Dibango acusó a Jackson de haber copiado su canción «Soul Makossa», de 1972,
Jackson acabó pagando 1 millón de francos franceses (unos US$200.000) a Dibango en concepto de derechos de autor.
Casi de la misma manera pasó con la cervecera del sur de Florida (EE.UU.) Unbranded Brewing Company. Fue demandada por parte del artista puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio, mundialmente conocido como “Bad Bunny”, y Rimas Entertainment, la empresa detrás del intérprete de “Titi me preguntó” por supuesta “competencia desleal” y “publicidad engañosa” en las latas de cerveza comercializadas bajo el nombre de San Benito y varios artículos de promoción comercial.
La cantante barbadense, Rihanna,en enero de 2019 denunció a su padre por crear una empresa llamada Fenty Entertainment con la que se hizo pasar por intermediario de ella para tratar de ganar dinero. Ronald, habría creado la empresa para firmar contratos en nombre de su hija sin que esta tuviera ningún tipo de conocimiento. Llegó incluso a negociar una gira de conciertos de Rihanna por Latinoamérica.
«Aunque el señor Fenty es el padre de Rihanna, no tiene autoridad para actuar en nombre de Rihanna ni ha sido autorizado para usar su nombre, propiedad intelectual o derechos de publicidad» establece la demanda por parte de la cantante hacia su padre. «Del mismo modo, ni el señor Perkins ni la compañía tienen afiliación alguna con Rihanna».