Los 2.932 centros de votación habilitados este domingo en Chile cerraron sus puertas y comenzaron el conteo de votos en las segundas elecciones constituyentes que se celebran en dos años y en las que se elegirán a los 50 consejeros que redactarán una nueva propuesta de Constitución.
Más de 15,1 millones de personas estaban llamadas a las urnas en una jornada que transcurrió con total tranquilidad y donde apenas se registraron aglomeraciones en los locales de votación, pese a que el voto esta vez era obligatorio.
Estas elecciones están marcadas por la falta de interés ciudadano y la fatiga electoral, a diferencia del efervescente proceso anterior, que terminó el pasado 4 de septiembre cuando el 62 % de los chilenos rechazó en un plebiscito la primera propuesta de texto constitucional.
Uno de los primeros en votar fue el presidente chileno, Gabriel Boric, quien pidió precisamente «recuperar la esperanza» y dijo que Chile tiene «una oportunidad histórica para reconciliarse, después de las fracturas» de los últimos tiempos.
«Ha habido en nuestra historia reciente un aprendizaje importante sobre lo que sucede cuando nos atrincheramos, cuando quienes legítimamente piensan distinto no conversan entre ellos», reconoció el mandatario desde su natal Punta Arenas, en el extremo sur y donde acudió a depositar su voto.
«Esta vez no hay margen de error», agregó Boric, quien volvió a mediodía a Santiago para seguir el conteo desde el palacio presidencial La Moneda.
Aunque es difícil hacer pronósticos por la gran apatía y por el voto obligatorio, hay consenso en que la correlación de fuerzas será muy diferente a la anterior convención constituyente, dominada por la izquierda.
La derecha y la ultraderecha, que van en concurrieron separadas a las elecciones, parten como favoritas, aunque la clave está en si conseguirán juntas los escaños suficientes para tener el control total del órgano (30 o más) y aprobar las normas sin necesidad de negociar con la izquierda, que también acudió en dos listas.
Los 50 consejeros -25 hombres y 25 mujeres- tomarán posesión el próximo 7 de junio y tendrán cinco meses para redactar la propuesta de texto, que se someterá a plebiscito el 17 de diciembre.
El mismo día de la instalación, los consejeros recibirán un borrador que 24 expertos designados por el Parlamento llevan redactando desde marzo y que cumple con 12 principios básicos acordados a priori por los partidos para evitar una propuesta refundacional como la anterior.