Nueva York – La presión de Nueva York no perdona, y Juan Soto lo está sintiendo. El estelar jardinero dominicano, quien llegó a los Mets con bombos y platillos y un contrato multimillonario, ha tenido un inicio de campaña que, si bien no ha sido desastroso, tampoco ha estado a la altura de las enormes expectativas que lo rodean. En medio del ruido, un compañero que ha estado ahí antes extiende una voz de experiencia: Francisco Lindor.
Te puede interesar: Jeremy Peña alcanza los 500 hits en MLB en la victoria de los Astros
El campocorto puertorriqueño sabe de primera mano lo que significa ser abucheado en casa poco después de haber firmado el contrato más grande en la historia de la franquicia. Cuando Lindor llegó a Queens en 2021, su adaptación fue todo menos sencilla. A pesar de sus credenciales estelares, batalló en su primera temporada, tanto dentro como fuera del terreno.
“En términos generales, la gente tiende a evaluar un contrato a largo plazo como si se tratara de algo de un solo año”, explicó Lindor esta semana. “Pero es un contrato a largo plazo. Todo se va a dar. Él va a ser uno de los mejores Mets que hayan jugado en esta organización.”
Lindor recuerda los duros momentos de su debut con los Mets: bajo rendimiento ofensivo, lesiones, respuestas polémicas a la prensa y una relación tensa con la afición. Pero con el tiempo, y apoyado por sus compañeros y cuerpo técnico, encontró su camino, transformándose en uno de los líderes del equipo y pieza fundamental en el clubhouse.
Hoy, Lindor es una voz de serenidad para Soto, quien ha mostrado destellos de su calidad, pero aún busca la regularidad que lo convirtió en una superestrella en Washington y San Diego.
Cada trayectoria es distinta, y Soto, con su talento natural, inteligencia y ética de trabajo, tiene todo para salir fortalecido. Lindor lo sabe, y lo dice con convicción: “Con el tiempo, todo se va a equilibrar ante los ojos de la gente”.
En un mercado tan intenso como el neoyorquino, las críticas llegan rápido. Pero también lo hacen las redenciones. La historia de Lindor puede ser el espejo donde Soto encuentre paciencia, confianza y la certeza de que, incluso en Queens, lo mejor puede estar por venir. Fuente: MLB.







