El Banco Central explicó que en enero y febrero de este año se ha experimentado una tendencia alcista en la demanda de divisas, lo que se ha traducido en una depreciación acumulada del peso dominicano de 1.8 % al 20 de febrero.
Esta demanda obedece en cierta medida a aspectos coyunturales vinculados al componente estacional de reposición de inventarios de las ventas registradas durante noviembre (asociadas al Black Friday que cada vez toma más popularidad en el país) y durante las festividades de diciembre que es el mes del año de mayor actividad comercial.
También debido al incremento en la volatilidad en los mercados financieros internacionales.
“Se espera que el tipo de cambio se mantenga relativamente estable en torno a su variación histórica promedio durante 2025”, indicó el Banco Central en su publicación: “las economías emergentes frente a un entorno externo cambiante”.
La entidad destacó que solo en 2024, la Inversión Extranjera Directa (IED) alcanzó USD 4,512 millones, una cifra histórica para la República Dominicana, y espera que en 2025 el flujo de IED hacia el país mantenga su dinamismo, ubicándose por encima de los USD 4,700 millones al cerrar el mes de diciembre.
Además de la inversión extranjera, República Dominicana sigue beneficiándose de un gran influjo de divisas provenientes de las remesas, el turismo y las exportaciones.
En el caso de las remesas que habían alcanzado USD 10,756 millones en 2024, los últimos datos a enero 2025 muestran un crecimiento interanual de 7.0 % con envíos totales de dinero desde el exterior que ascendieron a USD 936.5 millones.
El Banco Central señaló también que la República Dominicana podría aprovechar en el contexto actual las ventajas que ofrece el “nearshoring” y la diversificación de sus exportaciones para atraer más inversión extranjera, afianzando la importante contribución de esta a la estabilidad cambiaria.