Santo Domingo.- Con tristeza por su partida pero confiados en que las buenas acciones que realizó en sus más de 30 años de servicio vivirán por siempre, fueron velados los restos del padre salesiano Luis Emilio Rosario, en la Parroquia San Juan Bosco.
Como un hombre preocupado por los valores de la vida y la paz, comprometido con el pueblo dominicano, la familia, los jóvenes y sobretodo con los más pobres, fue recordado el coordinador de la Pastoral Juvenil, lugar donde sirvió desde el año 1985 y pasó la mayor parte de su vida.
Sacerdotes de la arquidiócesis de Santo Domingo y de otras diócesis del país, salesianos, amigos y familiares, dijeron estar comprometidos en seguir con las enseñanzas que les inculcó.
«Deja un legado importante con una dedicación especial hacia los más pobres y siempre vivió de manera humilde, andaba en t-shirt» dijo el provincial superior de los salesianos de las Antillas Mayores, José Pastor Ramírez, en la Homilía ofrecida en su nombre.
Señaló que de hecho, circula una carta que él quiso llamar «Cuando yo muera: Cuando vayan a mi funeral por favor, no se vistan de atuendos lujosos, vayan con camisas y tshirt», recordando la sencillez y humildad que le caracterizó.
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El arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Francisco Osoria Acosta, mediante su predica, agradeció en nombre de todo el pueblo dominicano el que hacer pastoral de Luis Rosario.
«Fue un hombre y un sacerdote realizado, porque los dones y los carismas que recibió los puso al servicio de los demás», sostuvo Osoria.
Su amor y sensibilidad humana le llevó por el camino del bien, dando la oportunidad de encaminar y orientar los pasos de muchos jóvenes que hoy en día han llevado esos valores positivos a sus familias.
Sus acciones en favor de miles de jóvenes, quedaron plasmadas a través de programas integrales como «Muchachos y muchachas con Don Bosco», «Fundación salesiana» , «Yo también» y «Radio Juventus Don Bosco».
La Familia
«Altagracita», así me decía mi hermano. Relató la hermana del padre Luis, Reyna Rosario, quien agradeció todas las muestras de cariño, respeto, amor y conformidad que han recibido.
«Muchas, muchas gracias a Dios porque yo sé que él está junto a él, y a ustedes por todo lo que han hecho, por este encuentro tan hermoso», dijo.
Contó que la última vez que lo vio le besó la mano, algo muy inusual en él «para mí fue algo de tanta emoción porque osea él me saludaba y me echaba la bendición pero besarme la mano nunca. Y pienso yo que era una especie de despedida».
Indicó que estaba sumamente triste por su partida, humanamente, pero espiritualmente muy llena de luz porque sabe que está junto al padre celestial.
Los Palomos o Huele Cemento
Emotivo fue el momento en que el niño de nombre Jeffry, agradeció con lágrimas el haber salido de las calles, con el cuidado y protección del bendecido y admirado padre Luis.
Como él estuvieron presentes muchos niños y jóvenes que se formaron y son personas de bien, por motivo de la orientación que les brindó el salesiano.
«Deben continuar las buenas acciones»
Los salesianos consideraron de gran importancia el pedir al Gobierno que se mantengan las ayudas sociales en pro de los jóvenes que se encuentran en estado de vulnerabilidad por las calles.
Asimismo, indicaron que ahora que en el Congreso Nacional se está debatiendo el Código Penal «pedirle a nuestros legisladores que pueden dejarle ese legado al padre Luis Rosario, apoyando un proyecto que respete la vida y la familia, como él siempre luchó».
Sepultura
El padre Luis Rosario fue sepultado en el cementerio Cristo Redentor.
En medio del cáncer que le aquejaba por años y que fue agravado por el Covid-19, se mantuvo preocupado por los más necesitados.
Nació el 1 de enero del año 1945, en El Camino del municipio de Moca.
