ARLINGTON, Texas, EE.UU. — Paul Skenes, el joven lanzador de los Piratas de Pittsburgh, ha capturado la atención de todos al ser seleccionado para iniciar el Juego de Estrellas de la Liga Nacional con tan solo 11 apariciones en Grandes Ligas. A sus 21 años, Skenes, con su aspecto juvenil y modesto, se presentó al evento como si fuera un pasante de verano, con un traje gris claro, camisa blanca y corbata crema, y aún con señales de acné en su rostro.
“Realmente genial”, expresó Skenes, impresionado por la magnitud del evento y la cantidad de talento reunido en el estadio. En medio de un estadio lleno con seis docenas de “All-Stars”, el joven lanzador se convirtió en el centro de atención.
Skenes está en su mejor momento, similar a las altas temperaturas fuera del Globe Life Field. El martes, se convertirá en el abridor del Juego de Estrellas, un hito sin precedentes en los 91 años de historia del juego de exhibición. Este logro aporta una nueva y emocionante narrativa al béisbol. Su splinker, un lanzamiento híbrido que combina la caída de un splitter con la velocidad de un sinker, ha dejado a los bateadores asombrados.
“El splinker de Paul es muy intrigante para mí, y es un honor sentarme a su lado”, comentó efusivamente Torey Lovullo, el manager de la Liga Nacional y de los Diamondbacks de Arizona.
A pesar de los elogios y la atención, Skenes mantiene una perspectiva humilde. “Es un honor, pero solamente llevo 11 aperturas”, declaró. “Con suerte, habrá más tiempo para que pueda jugar este deporte”.
Skenes no solo es un prodigio en el montículo, sino que también representa una historia de determinación y crecimiento en el béisbol. Su ascenso meteórico es una promesa de futuros logros y un recordatorio del talento emergente en las Grandes Ligas.