El primer ministro libanés, Najib Mikati, ha condenado este sábado el asesinato por parte de Israel del líder del grupo chií Hizbulá, Hasán Nasrala, y ha pedido «unidad» para hacer frente a la «guerra genocida» de Israel contra el Líbano.
«Nuestra solidaridad hoy, en estos momentos cruciales de la vida de la nación, es la respuesta más fuerte a la agresión israelí», ha asegurado en un discurso durante una sesión del Consejo de Ministros, celebrada de emergencia tras el regreso anticipado de Mikati de Nueva York, donde acudió a la Asamblea General de Naciones Unidas.
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El Gobierno libanés ha declarado tres días oficiales de luto a partir del lunes, 30 de septiembre, y ha adelantado que durante el funeral del líder de Hizbulá «se detendrán todos los trabajos» en el país, aunque no ha especificado cuándo tendrán lugar las exequias.
Irán, gran aliado de Hizbulá, ha asegurado que el camino de Hasán Nasrala continuará tras su muerte. «El glorioso camino del líder de la resistencia, Hasán Nasrala, continuará y su santo objetivo de liberar Jerusalén se llevará a cabo, Dios mediante», ha escrito el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, en su cuenta de X.
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, ha tachado de «crimen de guerra» y «terrorismo de Estado» los bombardeos israelíes contra Beirut.
«Los crímenes del régimen sionista (Israel) contra el pueblo palestino y libanés son una señal del fracaso de la comunidad internacional por detener la maquinaria del terrorismo de Estado», ha afirmado Pezeshkian en un comunicado publicado a última hora del viernes, según informó la agencia estatal IRNA.
El presidente iraní ha denunciado que estos bombardeos israelíes demuestran que «este régimen es la mayor amenaza a la paz y la seguridad regionales e internacionales», y llamó a todos los países del mundo, especialmente los países islámicos, a que «condenen firmemente este crimen».
Pezeshkian ha ratificado una vez más el apoyo de la República Islámica de Irán a la alianza informal antiisraelí ‘Eje de la Resistencia’, capitaneada por Teherán y conformada además de Hizbulá, por Hamás palestino y los hutíes de Yemen, entre otros.
Poco antes de que Hizbulá confirmara la muerte de Nasrala, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, afirmó que Israel es «demasiado pequeño» como para causar daños de relevancia al movimiento libanés.
«Los criminales sionistas deberían saber que son demasiado pequeños como para causar un daño significativo a la estructura de Hizbulá», ha aseverado Jameneí en un comunicado.
Hamás confía en que será sucedido por un líder aún «más fuerte»
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha lamentado la muerte de Nasralá, aunque confía en que vendrá sucederle una nueva generación de líderes aún «más fuertes y decididos».
«Hamás ofrece sus sinceras condolencias, simpatía y solidaridad al hermano pueblo libanés, a los hermanos de Hizbulá y a la resistencia islámica en Líbano», comienza un comunicado en el que condena la «bárbara agresión» que cometió Israel este viernes al bombardear el barrio de Dahieh, en el sur de la capital libanesa.
Rusia condena el «asesinato político» de Nasrala
Rusia ha condenado rotundamente el «asesinato político» y ha asegurado que amenaza con unas «consecuencias dramáticas» para la región.
«Condenamos enérgicamente otro asesinato político cometido por Israel», ha señalado el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado en el que ha agregado que esa acción puede traer «consecuencias dramáticas aún mayores para el Líbano y todo Oriente Medio».
Erdogan denuncia «políticas genocidas» de Israel en Líbano
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha denunciado las «políticas genocidas» de Israel por sus bombardeos en Líbano, pero sin hacer referencia a la milicia Hizbulá ni a su líder, Hasan Nasrala.
«Líbano y el pueblo libanés son el nuevo objetivo de las políticas de genocidio, ocupación e invasión que persigue Israel desde el 7 de octubre pasado», ha afirmado en un mensaje en su cuenta de X.
Israel advierte de que la guerra no termina
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el contralmirante Daniel Hagari, ha advertido de que las operaciones militares contra Hizbulá no han concluido con la muerte de su líder.
«Esto no ha terminado, Hizbulá tiene más capacidades«, ha dicho Hagari en una declaración en la que ha informado de que la fuerza aérea continúa este sábado bombardeando posiciones de la organización chií en diferentes partes de Líbano.Hagari ha celebrado la muerte de Nasralá y ha destacado que ha sido «uno de los mayores enemigos de Israel de todos los tiempos» y representando una amenaza para los ciudadanos. «Eliminarle ha hecho del mundo un lugar más seguro», ha recalcado.
Biden considera la muerte de Nasrala «una medida de justicia para sus víctimas»
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha considerado este sábado que la muerte de Nasrala es «una medida de justicia para sus muchas víctimas, incluyendo miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses».
«Hasán Nasrala y el grupo terrorista que lideraba, Hizbulá, fueron responsables de matar a cientos de estadounidenses durante un reino de terror de unas cuatro décadas», ha señalado el mandatario en un comunicado de la Casa Blanca.
«Estados Unidos apoya completamente el derecho de Israel a defenderse de Hizbulá, Hamás, los hutíes y cualquier otro grupo terrorista respaldado por Irán», ha afirmado Biden.
Guterres, «gravemente preocupado» por la situación en Líbano
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo hoy estar «gravemente preocupado» por lo que calificó de «dramática escalada de acontecimientos en Beirut» en las últimas horas y pide el cese de hostilidades, porque «ni el pueblo del Líbano ni el pueblo de Israel, así como la región más amplia, pueden permitirse una guerra abierta».
Contrariamente a las reacciones en otras capitales del mundo, Guterres no condenó el asesinato de Nasrala ni citó a Israel como autor de los bombardeos, pese a que el gobierno de Benjamín Netanyahu los ha reconocido.
Ha urgido a las partes a aplicar en su totalidad la resolución 1701 sobre el Líbano, aprobada en 2006 por el Consejo de Seguridad pero considerada papel mojado por las constantes violaciones de las partes -Israel y Hizbulá- sin que tengan consecuencias.
En Irak, el primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, ha declarado tres días de luto en todo el país, y ha condenado la muerte de Nasrala por ser un «ataque vergonzoso», «un crimen que demuestra que la entidad sionista ha cruzado todas las líneas rojas» y ha destacado que el líder de Hezbolá es «un mártir en el camino de los rectos».
Siria, por su parte, ha condenado también la «cobarde y brutal agresión israelí» contra Nasrala, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores. «Esta despreciable acción demuestra de nuevo lo traicionero, cobarde y terrorista, la ausencia de valores morales y brutalidad y desprecio por las leyes internacionales» de Israel, ha indicado.
Por su parte, el presidente del Consejo Político Supremo instaurado por los hutíes en Yemen, Mahdi al Mashat, ha anunciado tres días de luto por «el martirio» de Nasrala.