Santo Domingo.– La Asociación Dominicana de la Industria del Plástico (ADIPLAST) realizó el conversatorio “Rompiendo mitos sobre el plástico”, con el objetivo de desmontar percepciones erróneas sobre este material y resaltar su papel en la sostenibilidad, la preservación de alimentos y la economía circular. El encuentro se llevó a cabo en el salón empresarial de la Torre de la AIRD, con la participación del experto colombiano Cristian Halaby Fernández, presidente de la Cámara Ambiental del Plástico de Colombia.
Durante la actividad, José María Munné, director ejecutivo de ADIPLAST, destacó la importancia de abordar el tema con base en evidencia científica, subrayando que el sector genera más de 42 mil empleos directos en el país y exportaciones que superan los 700 millones de dólares. Munné abogó por una transición sostenible basada en innovación, educación ambiental y marcos regulatorios claros, evitando medidas de prohibición que afectarían a miles de empleos.
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En su intervención, Halaby desmintió varios mitos sobre el plástico, aclarando que materiales como el foam (poliestireno expandido) son reciclables y no presentan riesgos comprobados para la salud humana. “El problema no es el material, sino la mala gestión de los residuos”, afirmó, señalando que el desperdicio de alimentos (que el plástico ayuda a prevenir) representa cerca del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Durante el conversatorio, se anunció además la ampliación del acuerdo BIOPACTO, que suma ahora a Termoenvases y Andosa al compromiso ya asumido por Plastifar y Termopac. Esta alianza busca acelerar la biodegradación del foam, fortalecer el reciclaje y desarrollar un sistema de recolección de residuos, en coordinación con el programa NUVI FOAM, que ya trabaja en rutas de recolección diferenciada, centros de acopio y campañas educativas.
ADIPLAST reiteró el compromiso de la industria con soluciones sostenibles y solicitó respaldo institucional para avanzar en un marco legal que reconozca los materiales biodegradables y permita una transición ordenada, sin afectar la estabilidad de miles de microempresas y trabajadores que dependen de este sector.